martes, 23 de abril de 2019

- Molinos del Profundu


Track de la ruta.
Panel informátivo.
Asturias patria queridaaa, Asturias de mis amores….Así voy a comenzar, una nueva serie de rutas, por Asturias y alguna por León. La primera de ellas, es imprescindible en recorrer.Me he desplazado, al reino de la sidra, Villaviciosa y a escasos km de la villa, se encuentra Amandi. Por la AS-255, en dirección a Valbúcar, se continua por carretera hacia el cercano puente del Río de la Ría, donde dejar estacionado el vehículo en un lateral de la carretera, bastante ancho.Desde ahí tenemos a la vista el camino y el cartel ilustrativo de la ruta. La ruta de los Molinos del Profundu, puede llevarse a cabo de manera lineal hacia Buslaz o circular, siendo esta última, más larga (16 km).La que yo llevaré a cabo es la normal, de manera lineal hacia Buslaz. La ruta que os voy a descubrir, me ha sorprendido bastante, y que desde luego os animo a conocer.Tiempo atrás, 21 molinos formaban parte del paisaje a lo largo del río, aquella perdida cultura del Pan. Recuerdo de niño, en otro pueblo Astur, junto a la casa de mi padre, había un molino. Algún que otro día me acercaba, ver la rueda moler, esa harina blanca, esos panes, hogazas de Pan. Las charlas y la vida del pueblo, imaginaros tiempo atrás, como sería este entorno natural, cargado de molinos, una intensa actividad, fuente de la principal industria de las caserías asturianas. Me costaba imaginar, en esta ruta, la magnitud del trabajo diario de aquellos 21 molinos.
Comienzo de la ruta, cruzando la carretera hacia el panel, inicio de la ruta.
Primera parte de la misma, bordeando la finca.
Un túnel vegetal....
El segundo de los molinos, el de Griselda.
El PR-AS 137
Hay un tramo más incomodo para los pies.
Un camino rocoso, con agua en algún que otro momento.
Donde la vegetación se cierra, un poquito más.
Cruce de caminos.
Empiezo mi andadura, por un evidente camino ascendente, paralelo a la finca de la vega, con sus inconfundibles torreones a su entrada. El camino, sigue su curso hacia las casas de la Quinta de la Vega, donde una pequeña senda desciende a la vera del río. La ruta está bien indicada en su totalidad hacia Buslaz. De nuevo la senda, se abre a un camino en Villaverde, con varios invernaderos de frutos y nísperos. Dejo atrás Villaverde, y de nuevo por senda me baja a la profundidad y majestuosidad, de un medio natural increíble. La mayoría de los molinos están derruidos y otros casi ya no se distinguen entre la inmensidad de la naturaleza y el correr del tiempo. El primero de los molinos esta en el cercano puente de inicio de la ruta, el Molín de Peña y el segundo conocido como Griselda, al comienzo de la ruta.La senda, se introduce entre una gran variada flora, muy cargada de vegetación, muy selvática. Parece, como si estuvieras en otro lugar, es de película el medio. Hay tanta biomasa forestal, que se entremezclan entre sí, Hayas, Tejos, Abedules, Acebos, Robles, líquenes, helechos, y un largo etc.…En el recorrido, hay algunos restos visibles de los Molinos, puentes de madera, que te cruzan el río, escalones que serpentean, entre el paisaje. Algún tramo pedregoso, buscando la estrecha senda, y tramos hermosos de recorrer. Su fauna avícola, cantando al unisonó, mientras te adentras por sus bosques. Cargadas de leyendas, en torno a las Xanas, que habitan el lugar.
Desde luego el entorno natural, es una pasada.
Su río, cargado de vida.
Su gran riqueza, lo hacen casi único.
En la profundidad de su masa forestal.
El Paraíso Natural, pos claro.
Donde echar a volar la imaginación.
Por una ruta, cargada de gran belleza.
Verde que te quiero verde.
Que te sorprende, cada paso que das.
De leyenda....
Por momentos, que te cuesta visualizar...
Me encanta el sitio.
Pequeños detalles, que te salen al paso.
No creéis…
Otro Molín más.
De atesorado pasado.
Por cual perderse.
Indescriptible en palabras.
Por donde, no me importaría perderme una y otra vez.
Por donde la flora acaricia tu mano..
Pequeños puentes.
Pequeños bancos donde descansar...
Molinos, donde la naturaleza se abraza a sus pétreas paredes...
Por una senda, que te engancha.
Molin de la Peña.
Atrás quedan los Molinos del Pitu, Perniles, D´Arriba, Pascual, etc.…Llegado al Molino de la Peña, reconstruido, me quedo un ratin contemplando el lugar, con sus cascadas, ideal para reponer fuerzas y descansar, en su manto verde. La ruta prosigue hacia Buslaz, con algún que otro molino. Retorno de manera lineal, me gusta más, recorrer su senda.
Desde luego, este recóndito lugar, es increíble.
A cual, no me importaría volver otra vez.
Por que a veces, el Paraíso si existe...
Y que mejor manera, de acabar un bonito día, que comer en Villaviciosa, como me puse…rico rico….

Una ruta muy recomendable, de Asturias.

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