martes, 2 de abril de 2019

- Las hoces del Guadalope, Aliaga.

Track de la ruta.
Info de la ruta.
Senda fluvial del Guadalope.
Mi siguiente parada, ha sido una aventura descubrirlo. Un paraje escondido, de la tierra, que guarda muchos secretos. Un privilegio, para estudiar la geología y las formaciones rocosas, de sus estratos y estribaciones, de su pasado marino, bajo las aguas de Tethys, antes de la existencia del mediterráneo, hace más de 200 millones de años.La Olla, la estructura geológica de Aliaga, a cuál tesoro de su pasado, formado por la diversidad de sus pliegues, por la tectónica de placas, entre el empuje las placas europea y africana. La cantidad, de las formaciones que conforman el entorno de Aliaga, dio con un Geo-turismo, donde visitantes de varios países, se dan cita, para contemplar y estudiar, la diversidad geológica del lugar. Y por si fuera poco, adentrarse por la garganta de su río el Guadalope, os hará vibrar, por un entorno increíble. Ahora, no tienes más que imaginar y seguirme, por esta aventura, porque es de esos lugares, que hay que ver una vez en la vida.Comienzo mi andadura, desde el mismo pueblo, recorriendo sus calles y los restos de su antiguo castillo (Castillo de la Encomienda Siglo XIV), ahora en ruinas. Comienzo mi andadura, cruzando el puente sobre el río La Val, donde metros más abajo se une el río Guadalope. La ruta, guiada por su sendero local, el PR-TE10 me lleva primero a observar, la Ermita de la Virgen de la Zarza. Prosigo mi ruta, paralela al río, Guadalope, entre una chopera, para encajonarse poco a poco, entre las paredes verticales de su primera hoz. Unas pasarelas verticales, transcurren paralelas al río, entre los pliegues rocosos de la Aldehuela, unas formaciones de gran interés geológico. Dejando atrás, las pasarelas, un ascenso brusco bordeando, sus paredes, me desciende de nuevo al río. La pequeña garganta, se abre al valle, donde el río se encamina hacia el embalse, bajo la loma del Posador.
Por la senda fluvial, hacia mi primera parada, la Ermita de la Zarza.
Una primera parte, por su margen izq.
Un puente, me cruza hacia la Ermita de la Zarza.
La senda, prosigue por el margen contrario, persiguiendo el río Guadalope.
Otro puente, me vuelve a cruzar, y se sigue paralelo el río, dejando el pueblo atrás.
El camino, me lleva hacia la chopera y al fondo ya se ven los estrechos de la Aldehuela.
Primera Hoz del Guadalope.
Descubre un rico yacimiento geológico.
Unas pasarelas, se encaraman hacia las paredes verticales.
Sorteando, la estrechez de su cañón.
Por la Hoz de Aldehuela, en el río Guadalope.
Bordeando un espolón, para descender de nuevo al río.
La hoz se abre hacia un pequeño valle, presidido por sus chopos.
Momentos donde la ruta se hace entretenida.
La senda, asciende la Loma del Posador.
Una pequeña senda, se aleja del río para ascender por la Loma del Posador, en donde un pequeño collado me lleva a contemplar, el Embalse de Aliaga, con su antigua central Térmica. La senda, se aproxima al embalse, y la bordea hasta llegar a su represa, cargada de agua. Cruzando el puente, se puede retornar de manera circular, hacia Aliaga. Pero lo más espectacular de esta ruta, empieza ahora.

El Guadalope, se encajona más por unas paredes de caliza enormes, la Hoz Mala.
Vistas hacia el embalse de Aliaga.
La senda bordea el embalse hacia su represa.
Entrada hacia los estrechos del Guadalope.
Embalse de Aliaga.
Estrechos del Guadalope.
Entrada a la Hoz Mala.
Hoz Mala.
Impresionante aventurarse, por la misma. Un pequeño puente te cruza, al lado contrario para ascender, por el filo perfil que hay en la Hoz. Hay miradores interpretativos del entorno, avanzando por la Hoz. Dejo la senda, para descender hacia las profundidades de la hoz, por unas pasarelas metálicas, enclavadas a la roca, bastante aéreas. Abrigadas de grandes masas rocosas, hiedras que quieren escalar sus paredes, bosques de ribera tupidos, conforman el paisaje, por el cual discurre el río. La ruta prosigue por arriba, hacia Montoro de la Mezquita, una ruta larga cercana a los 30 km si realiza de ida y vuelta. Me quedo un rato en el mirador, para retroceder, hacia la Central Térmica de Aliga, introducirme por la barriada de Aldehuela, y ascender por una zona barrancosa, donde una pequeña senda con hitos, asciende entre los pliegues rocosos de sus entroncadas formaciones, esculpidas por las aguas. La ruta bordea los estrechos de Aldehuela, para descender por la vertiente contraria hacia Aliaga.
Cruzando el río.
Hoz Mala.
Hoz Mala.
Interior de la Hoz Mala.
Interior de la Hoz Mala.
Interior de la Hoz Mala.
Interior de la Hoz Mala.
Retornando a Aliaga.
Su antigua central Térmica.
Aldehuela.
Ascendiendo, por una pequeña senda.
La misma bordea, la primera de sus hoces.
Y te lleva a contemplar, sus joyas geológicas, de su antiguo pasado marino.
Llegando a Aliaga.
Aliaga.
Un rutazo, impresionante ha sido recorrerlo e inolvidable, con muy buenos recuerdos.

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