miércoles, 30 de junio de 2021

- Las Salinas Espartinas

 


Track del recorrido.

Nos hemos acercado a Ciempozuelos, para realizar una ruta, por parajes singulares. Ciempozuelos, cuyo origen se remonta a tiempos bastante lejanos, con yacimientos arqueológicos, durante varias épocas, que van desde la edad de bronce, hierro, romana y el medioevo. Como la fuente de la plaza del pueblo, no daba abasto a la creciente población, se realizaron numerosos pozos, para llevar agua hasta el pueblo, de ahí su nombre.

Desde el pueblo, tomamos el camino de palomero, pasando primero por el descansadero del arroyo Palomero y de las merinas, donde hay un manadero, por donde surge el arroyo.

Seguimos por el camino, hacia los Altos de Palomero, en sus cercanías hay yacimientos yesíferos y canteras, de antiguas graveras. A partir de aquí, nos encontramos con restos de la guerra civil, con búnkeres, trincheras…de las posiciones republicanas, del frente del Jarama. Seguimos, al Valle Grande, para seguir la senda que va paralela al arroyo del Valle Grande. Hay dos sendas bien definidas, que van paralelas al arroyo, una por cada vertiente, es indiferente, cual se tome, la perspectiva del paisaje varia poco entre ambas sendas. La principal diferencia, está, en que si se sigue la senda que va por la derecha del arroyo, hay que bajar hasta el puente de la carretera, en la cañada de las Salinas, para dar la vuelta.

Camino de Palomero.

Manadero del arroyo Palomero.

Camino de Palomero.

Antigua gravera.

Posición republicana.

Por senda, hacia el Valle Grande.

La senda de la izquierda es la mejor opción, para acercarse al barranco de Valdelachica y a las salinas. Este arroyo, es profundo, y transcurre entre cortados, donde hay que tener precaución al acercarse al mismo. Por los alrededores, de la senda, hay restos de cuevas, algunas de origen musulmán. Nos desviamos por otra senda alejándonos del arroyo, hacia el noreste, al Barranco de Valdelachica. Al poco llegamos a las salinas más antiguas probablemente de la península, las Salinas Espartinas. El nombre viene dado, por el esparto que salpica el campo, muy usado en la antigüedad, para la elaboración de cestos, alpargatas…Se han catalogado mas de 40 cuevas por los alrededores y dos minas principales, la Mina Grande y la Mina Chica, con galerías por el interior de las mismas (cerradas). Estas explotaciones, conocidas desde la antigüedad, paso por varias etapas de la historia, con vestigios de actividad humana desde la edad del bronce. Con yacimientos desde el Alto de los Gallegos, como Fuerbeijar y San José, en la edad del hierro y romana, y el de Las Salinas, en la época medieval. Al aproximarnos a las salinas, se tiene a la vista la Balsa-Calentador de San Miguel, aun conservada, en donde se exponían al Sol, para obtener la Sal por decantación y evaporación. Hay algún resto de pilas de decantación, y de sal por los alrededores. Seguimos por la senda Norte, hacia el Alto de los Gallegos, entre barrancos y cuevas. Es fácil encontrase con ciclistas, practicando BTT, por sus senderos verticales. 

Arroyo del Valle Grande.

Profundo en gran parte del recorrido.

Formando un pequeño cañón, al horadar el terreno.

Yo voy por el camino de la derecha, y Carlos por el de la izq.

Hay varios tramos de cardos, por los alrededores de la senda.

Vistas a una casa cueva, de origen musulmán, normalmente con dos estancias.

Por camino, hacia el puente de la carretera.

Dejando atrás el puente, retrocedo por la senda.

Entre pastos y cardos.

Las Salinas Espartinas.

Restos de su antiguo pasado industrial.

Boca mina, cerrada.

Restos de la Balsa de San Miguel.

Barranco de Valdelachica.

Cuevas...

Las sendas del Barranco.

Otra cueva, desde los Altos de los Gallegos.

Dejando atrás los Altos de los Gallegos, llegamos nuevamente al descansadero de Palomero, para retornar por el camino hacia Ciempozuelos.

Descansadero de Palomero.

Retrocediendo por el camino, a Ciempozuelos.





miércoles, 23 de junio de 2021

- Los Cerros de Alcalá

 

Track del recorrido.

Info del Entorno.

No hace muchos años, que recorrí la ruta de los cerros de Alcalá, y he regresado nuevamente, para ascenderlos por una ruta distinta, y con su propio encanto. Recorrer los cerros de Alcalá, es recorrer paisajes de otros mundos. La ruta comienza en el aparcamiento del Parque de los Cerros de Alcalá. Por la M-300, dejando Alcalá de Henares atrás, en dirección a El Gurugú, se observa a la izq el aparcamiento, accesible desde la siguiente rotonda, para cambiar de sentido. Hay que llegar pronto, para poder coger sitio, a partir de las 9:00 de la mañana, los fines de semana se llena con facilidad el aparcamiento. Es muy frecuente, por la variada red de rutas para la práctica de BTT. El sentido más sencillo, para realizar la ruta, es por el Barranco Salogre, precioso entorno de pinares y ascender el Ecce Homo, al contrario de las agujas del reloj. Sin embargo, yo la hice al revés, entre otras cosas, para pillar el ascenso a la cima de la Tortuga más fresco, en un día que apretará el calor. Lo malo de hacerlo así, es el ascenso a la Cima de la Tortuga, por su vertiente Norte, con un desnivel pronunciado.

Al lio, desde el aparcamiento, se sigue la pista, que se dirige a la senda Botánica y al río Henares. Esta pista, me acerca al memorial del 11-M, en recuerdo de los atentados de Madrid y cercano al centro de interpretación del Parque. La pista desciende suavemente, hacia los campos de pastizales, la cual hay que abandonar por una estrecha senda, que me acerca a la ribera del río Henares, de alisos, fresnos, sauces, olmos, chopos, etc... La senda muy marcada, y de fácil seguimiento, tiene tramos, por los cuales hay que ir mas atentos, al pasar pequeños cortados en la ribera del río. La misma confluye en el camino de la Barca, que bordea el cerro de Malvecino, en cuyas proximidades esta la cueva del Malvecino. Para entrar a la misma, hay casi que arrastrarse, su entrada pequeña, contrasta con su interior, más ancha, profunda y larga, y es necesario el frontal.

Entrada al aparcamiento de los Cerros de Alcalá.

Por la pista hacia el centro de interpretación.

Sigo por el camino de la Izquierda, siempre en busca de acercarme a la ribera del río.

Memorial del 11.M

Por el camino en dirección al río Henares.

Descendiendo a sus campos de pastizales.

La pequeña senda que hay que seguir, para acercarse a la ribera del Henares.

La vegetación del entorno, se alimenta bien..jajajaja

Pequeña, pero entretenida senda.

Río Henares.

La senda sigue, para terminar en el camino que bordea el Cerro Malvecino.

Camino de la Barca.

Entrada a la Cueva de Malvecino.

Por su interior, con el frontal, bien fresco...

Si se quiere disfrutar aún más, siguiendo el camino, hay otra cueva conocida con el nombre de los Gigantones, bastante grande y que durante la guerra civil llegó a albergar entre 600 y 700 familias, para que os hagáis una idea de lo grande que es. Me acerco a contemplar las ruinas de Alcalá la vieja, la antigua fortaleza medieval musulmana de  “Qal´at´Abd-Salam”. Bordeando la misma, asciendo a uno de sus cerros, para bajar nuevamente a la senda y acercarme a la base del cerro de la Tortuga.

Hacia Alcalá la vieja.

Restos de su fortaleza medieval.

Info, de su entorno.

Las vaguadas y barrancos, por donde la senda se pierde.

Desde lo alto de uno de sus cerros, con Alcalá la Vieja a un lado y la nueva al otro.

Mi siguiente objetivo, cerro Tortuga.

Es un ascenso con un desnivel fuerte, para llegar a su cima. Desde la misma las vistas que se tienen, son increíbles. Un descenso suave me acerca al cerro del Ecce Homo, cima más alta de Alcalá, con una subida mas suave. Un amplio cerro, muy frecuentado por la panorámica que se obtiene desde la misma. Hay varias formas de bajarlo, y mi rumbo, diferente a la otra vez que estuve por aquí, me acerca al barranco de Salogre. 

Desde la base de la Tortuga, se asciende toda la cresta del cerro, hasta su cima.

Llegando al final, buena sudada este ascenso.

Cima del Cerro de la Tortuga.

Vistas desde la misma.

Descendiendo del Cerro de la Tortuga, se tiene a la vista el Ecce Homo.

Por la inmensa cima del Cerro del Ecce Homo.

Su vértice geodésico.

Recorriendo su cima.

Descenso del Ecce Homo, por su tramo vertical, en su cara Oeste.

Una mirada atrás del Ecce Homo.

Una senda ancha, entre sus bosques de pinares carrascos y especies arbóreas como los tarayes. Su gran biodiversidad natural, alberga, una gran variada fauna, destacando los conejos y zorros, aves como el Milano negro, la Curruca Tomillera, la Cogoluda Montesina, arácnidos como las Tarántulas, las Scolopemdras, lagartos ocelados, serpientes, etc.… un rico ecosistema natural. Un tramo, por el interior de su barranco, que invita al relax, por su interior, para llegar de nuevo al inicio de la ruta.

Comenzando el barranco.

De buena sombra.

Entre sus pinares carrascos.

Pasando por el tubo.

Siguiendo nuevamente, por el barranco.

Flanqueado, entre sus paredes.

El barranco termina, en campos de pastizales, donde el camino me acerca, nuevamente al aparcamiento.

Una buena panorámica, desde la cima del Ecce Homo, de Alcalá de Henares.

Un recorrido interesante, de gran atractivo, geológico, natural e histórico.