sábado, 24 de abril de 2021

- Senda del Hornillo, río Aceña, acequia de Galdano y el embalse del tobar.

 

Track del recorrido.


Senda del Hornillo.

Mirador del río Aceña.

A camino entre Santa maría de la Alameda y Robledondo, se encuentra los valles, que bañan el río Aceña y el arroyo del Hornillo, cerca de la provincia de Ávila. Un Lugar, donde se va a desarrollar esta nueva ruta. Para llegar hasta allí, desde Madrid, dejando atrás el municipio de El Escorial, se asciende el puerto de la Cruz Verde, por la M-505, y seguimos por la misma carretera, hacia la provincia de Ávila. En el puerto de la Paradilla, nos desviamos por la carretera que nos lleva a Robledondo primero, pueblo que dejaremos atrás y seguimos por la misma (M-535), hacia Santa María de la Alameda. A los 3 km aprx, descendiendo, se llega al Puente sobre el río Aceña, donde hay un amplio aparcamiento señalizado, de la ruta que lleva a la Cascada del Hornillo, y comienzo de nuestra ruta. Estamos en primavera, y los inicios de la estación, invita a realizar rutas, por las chorreras y cascadas, de la geografía peninsular, ahora más cargadas de agua. La comunidad de Madrid, tiene una amplia variedad de saltos y cascadas, más conocidas unas que otras. Y como no, los fines de semana, suelen congregarse bastante gente, para contemplar las innumerables cascadas, saltos y chorreras, con sus arroyos y ríos, resonando por sus valles, donde la naturaleza, brilla como nunca, cargada de vida y color. Para esta ruta, nos hemos acercado tanto un primo mío, como sus hijos, y quedamos a las 9:00 en el aparcamiento del Puente. Lleno estaba ya, y hay que buscarse la vida, en una cercana pista de tierra, y otros apartaderos al lado de la carretera, para dejar el vehículo. La ruta normal y que atrae a la gente, es la conocida senda del Hornillo, asequible para tod@s de escasos 5 km, que te lleva a contemplar la cascada y el mirador superior, de manera circular, y bien indicada.

Nosotros, dejaremos esa ruta en el descenso, prolongando aún más el recorrido circular. Este recorrido no tiene perdida, hay algunos hitos y alguna baliza, que te lleva al embalse del Tobar, por camino y senda, de fácil seguimiento. Cruzamos el puente, y ascendemos por camino en la vertiente contraria al río, este tramo forma parte de la ruta circular de la Senda del Hornillo, y al poco se llega a un edificio, que alberga la escuela de pesca. Un centro de enseñanza ideal, para niños y familias, que te introduce en el inicio de la pesca y su conservación, con practicas en el río Aceña. Esta práctica de pesca sin muerte y suelta, no solo enseña las técnicas primordiales de esta afición, sino también la preservación y cuidado del medio ambiente. Dejamos la misma atrás, y seguimos ascendiendo por la pista, paralelos al río. Una pista a la izq., sale en dirección al embalse de la aceña, paralela al río, dirección que no seguimos.  Seguimos por el camino en dirección al embalse del Tobar, y al poco, la ruta de la Senda del hornillo, se desvía a la derecha, tomando la dirección Sur hacia el arroyo del Hornillo. Nosotros seguimos ascendiendo por camino y luego senda, hacia el embalse del Tobar. Hay 2 opciones aquí, algunos senderistas, prosiguen paralelos el ascenso por el arroyo del Tobar, por las fincas aledañas y la ribera del arroyo. Nosotros ascenderemos por senda para llegar a la antigua acequia del Galdano. Este tramo de la ruta, es más duro en su inicio, hasta llegar a la acequia, por lo pronunciado de su ascenso. Sin embargo, las vistas que se obtienen de todo el valle son espectaculares. Nada más llegar al inicio de la acequia, en su antigua represa, hay una amplia panorámica, del embalse de la Aceña y del municipio de Peguerinos, un lugar con rutas que invitan al misterio, con sus petroglifos escondidos, y sus secretos, que podréis descubrir aquí:

Los Secretos de Peguerinos

Seguimos ascendiendo por su acequia hacia el embalse del Tobar, con amplias panorámicas del valle, y llegamos al Paso de Galdano. 

Aparcamiento de la Senda del Hornillo.

Cruzamos el puente, y ascendemos por el camino al Embalse del Tobar.
Escuela de Pesca.


Ruta del Embalse del Tobar y de la Senda del Hornillo.

Río Aceña.

Arroyo del Tobar.

Ascenso a la Acequia de Galdano.

Ruta de amplias panorámicas del valle.

Ruta de ascenso.

Llegando al final.

Mirador natural, desde la represa, hacia el Embalse de la Aceña y el pueblo de Peguerinos.

Vistas del valle.

Por la represa de la Acequia.

Acequia de Galdano.

La acequia se adentra entre varios de sus riscos pétreos, el mas conocido de ellos, lleva su nombre, el risco de Galdano. Un tramo corto, que a modo de puerta nos enseña, al final del valle, la presa del Tobar. La acequia se difumina, y seguimos por senda hacia el embalse. 

                                                            PASO DE GALDANO


Aceqia de Galdano.

Por senda, dejando atrás la acequia.


Este pequeño embalse, construido en el siglo pasado, sirve de abastecimiento a las poblaciones limítrofes, con una pequeña represa superior, normalmente escasa de agua. Alberga el agua, que recoge de las zonas altas del valle, de monte bajo de brezos, piornales, especie de arbustos típicos del clima mediterráneo. Desde el mismo embalse, hay una amplia pista que asciende al puerto de Malagón, este ascenso lo llevaremos a cabo por senda, en la vertiente contraria del embalse.

Embalse del Tobar.

Ascenso al Puerto de Malagón.

Vistas hacia el Puerto.

Puerto de Malagón.

Nos acercamos a contemplar su embalse, y no cruzaremos el mismo, para seguir por la senda. Una ruta por donde predomina sus arbustos, que durante momentos envuelve su senda, y a sus caminantes, cruzamos su pequeño puente de piedra, sobre el arroyo del Tobar, y sin darnos cuenta estamos en el alto, el puerto de Malagón o Alto de Abantos. Este antiguo puerto separa los municipios de El Escorial en Madrid y de Peguerinos en Ávila, por el trazado de su antigua carretera, donde formo parte de la vuelta ciclista a España, años atrás.

Seguimos ascendiendo por el camino del pinar, hacia Robledondo, y no tardaremos mucho en abandonarlo, para desviarnos por camino, hacia su bosque de pinares, para encontrarnos con el arroyo del Hornillo.

Camino del pinar.

Dejando el camino del pinar, descendemos por camino hacia el bosque de pinares.

Este pequeño arroyo, nace cerca de aquí, bañando el inmenso bosque de pinares, destacando los pinares silvestres y los pinares laricios, y algún que otro pinar negro. Especies que conviven unas con otras, en una homogénea masa forestal, que cobijan a numerosas especies de aves y fauna. Dejamos el camino, para seguir por senda, a la altura de las fuentes de Majaholgada, con algún hito en su recorrido. El trazado del recorrido, nos acerca a contemplar las chorreras altas, del arroyo, momentos únicos para relajarse y disfrutar del entorno, antes de descender al mirador de la senda del hornillo, cuya ruta está bastante concurrida hoy.

Por su camino...

Nos desviaremos por senda, en las fuentes de Majaholgada.



Chorreras altas, del arroyo del Hornillo.

Por senda, hacia el mirador del río Aceña.

Llegando al mirador.

El mirador, es una gran ventana al valle, bañado por el río Aceña, por donde nos quedaremos comiendo en sus alrededores. 

Vistas desde el mirador, ruta de ascenso a la acequia de Galdano.

Desde el mirador.

Mirador del valle y río Aceña.

Descendemos por su senda, señalizada, senda del Hornillo, hacia su arroyo y la riqueza de sus pinares, con pequeños saltos de agua, y su imponente Cascada, de más de 10 m. Un hermoso lugar, recomendable de conocer de nuestra comunidad. La senda nos desciende, al aparcamiento de la ruta.

Descenso desde el mirador, por la senda del Hornillo, hacia la cascada.

Ruta balizada.

Paralela al arroyo del Hornillo.

Por su tupido bosque.

Senda del Hornillo.

Cascada o Chorrera del Hornillo.

Descendiendo...

Puente cercano al aparcamiento e inicio de la ruta de la senda del Hornillo y la cascada.

Una jornada, muy aprovechable, disfrutando de la naturaleza, de sus amplios rincones y respirando vida, esa tranquilidad, que buscamos, alejados de la vida urbanita.


sábado, 10 de abril de 2021

- Chaparral de las Viñas y la Chopera de San Buriel.

 

Track del recorrido.


Manzanares el Real, tiene de todo para disfrutar de la naturaleza, cualquier día del año. Su gran atractivo turístico, hacen del mismo, un pueblo lleno de vida, cualquier día, llenándose con facilidad los fines de semana y festivos.

La Puerta a la Pedriza, un enorme berrocal de grandes riscos, canchales, formaciones rocosas de singulares nombres, una gran masa granítica, por donde perderse y practicar senderismo, una biblia para la escalada, con sus más de 1.000 vías… Sin embargo, no os voy hablar de la Pedri, como comúnmente, se la llama. De niño, iba mucho con mis padres, y cuando no podían, me traían unos vecinos, me encantaba trepar por sus rocas…Un hermoso lugar de grandes recuerdos, aun mas vagos son los recuerdos, de aquellos días, en los que me traían por la chopera y campos de Manzanares. Sin embargo, la ruta que os voy a describir, no tiene nada que ver con la pedriza. Me voy adentrar por los Chaparrales de Manzanares, alejándome de sus bosques de piedra. Hay varios aparcamientos por el pueblo, la mayoría de las veces lleno, como vengas a una hora tarde. Me doy una vuelta por sus calles, sus castillos, sus arroyos, es un pueblo con mucha historia, de echo se remonta a la prehistoria. Hay una zona de la Pedriza, con pinturas rupestres, en el abrigo de los Aljibes. Desde las conquistas árabes, y posteriores repoblaciones, siendo la edad media, la que brillaría en su máximo esplendor, con la llegada de D. Pedro González de Mendoza (mayordomo del monarca), a finales del siglo XIV. A pies tengo su imponente castillo, en la imaginación popular, aun se recuerda aquel concurso de la Noche de los Castillos, que después de varios episodios termino en el olvido. Una vieja joya de fortaleza militar, erigida por la familia de los Mendoza, en el siglo XV. Sigo hacia su puente viejo, de origen medieval, para la cañada real segoviana, por la que había que pagar una tasa para poder cruzarlo. Vamos, esto del peaje viene de muy antiguo…Por el mismo, baja uno de los arroyos de la pedriza, y un poco más al Norte, nace la Trocha del Alcornocal, conocida popularmente, como la Senda Maeso (una de las diferentes sendas que recorre la Pedriza). Atrás dejo el viejo puente, y una parada obligada, me lleva a la rotonda, donde se encuentra el monumento al montañero, con su mirada puesta en el Yelmo. Su escultor fue Fernando Cruz Solís, conocido por sus obras en el valle de los Caídos y el Cerro de los Ángeles.

Oficina de turismo de Manzanares el Real.

Castillo de los Mendoza.

Castillo de los Mendoza.

El pequeño arroyo, viene cargado de las aguas de la Pedriza.

Un pequeño rincón.

El Puente Viejo.

Vano del mismo.

Monumento al Montañero.

Castillo viejo.


Cerca al mismo, están las ruinas, del castillo viejo de los Mendoza. En las cercanías existe un viejo molino harinero, el Molino de los frailes o del Cura, de los pocos que se mantienen en pie. Solo es visible desde el exterior, al estar en un recinto privado. Atrás dejo Manzanares y sigo en dirección Sur, hacia el puente del embalse de Santillana, que comparte el GR-124, del que os hablare mas adelante. Me doy una vuelta por su ribera, por su senda de pescadores. Como anécdota, os contare que no me gusta el embalse, jajaja… ¿Le cogería tirria de niño? Uhm ¿Por qué, os preguntareis?

Mi padre, siempre se iba de pesca los Domingos, con un par de amigos, y claro me llevaban también. Menos mal que al embalse de Santillana, fuimos poco, no sé, no me termino de encajar,  esas carpas y lucios…Al que mas íbamos, era al embalse del Atazar, me encantaba el sitio… De madrugada, cogiendo el pan en el Berrueco, los bocadillos que sabían a gloria, en las diferentes zonas del embalse, me lo pasaba genial por el entorno natural. Por el puente, hay mucha gente aficionada a la observación de aves, trípodes con pequeños telescopios, ocupan el lateral del puente. Al final del mismo, hay otro aparcamiento, para realizar algunas rutas por el entorno. Principalmente, por la ribera del embalse, a modo de miradores, con la belleza de su paisaje. Uhm...creo que voy a ser el único que tira para arriba…Voy a ascender por el camino, al chaparral de las viñas, un gran monte, de la cuenca alta del manzanares, de encinares rupícolas con enebro. 

Hacia el Embalse de Santillana.

Su senda de pescadores.

Hacia el puente.

Vistas del entorno del embalse, hacia la cima de la Maliciosa.

Para arriba que voy, ¿No?

Entrando al Chaparral de las Viñas.

Por las inmediaciones hay bastante ganado, que favorecen la limpieza del monte, como bomberos improvisados, para evitar incendios. Llegado a su cota máxima, donde hay un pequeño hito, se tiene una gran panorámica de la sierra de Guadarrama y pueblos limítrofes. Sigo ascendiendo, por el camino, también conocido con el nombre de Cordel de Samburiel y Navalcollados, comúnmente el camino de Colmenar Viejo – Tres Cantos – Madrid, y parte del Camino a Santiago, saliendo de Madrid.

Chaparral de las Viñas.

Una mirada hacia Manzanares el real.

Hito del Chaparral.

Panorámica de la Sierra de Guadarrama.

En otro de los miradores naturales.

Por el cordel de Samburiel.

O camino hacia Colmenar Viejo.

Llego a un cruce, y dejo el camino que desciende y sigo Noroeste, por el Cordel de la Fuente de las Liebres. Este camino lleva la dirección al municipio de Cerceda, suele ser transitado por MTB, una ruta ciclable, entre numerosos pueblos de la serranía Norte. Después de un par de km, mas o menos, otro camino sale Norte en dirección a la sierra. Me desvío por el mismo, ya que es la cañada real segoviana, que me llevara de regreso a Manzanares el Real. Hay un descenso brusco, entre la loma del monte, de encinas, piornales y jaras, a la Chopera de San buriel o de las vegas.

A la izq, sale el camino hacia Colmenar, sigo recto para seguir el cordel de la Fuente de las Liebres.

Por el cordel.

El cordel se desvía a Cerceda, para unirse a la Cañada Real Segoviana, aquí tomo el camino de la derecha.

Por la cañada (Norte), con vistas a la sierra.

Bajando por la misma...

Un descenso pronunciado, a la Chopera.

El antiguo descansadero de las Merinas, ahora es un área recreativa, que suele llenarse con facilidad. La recorre el río Samburiel, un lugar ideal para el relax, y tumbarse por sus campos. Sigo ahora por senda, hacia Manzanares, paralelo a la carretera M-608, por el trazado de la cañada. 

Área recreativa de San Buriel o de la Vega.

Río Samburiel.

Río Samburiel.

Por el entorno del antiguo descansadero.

Una amplia área recreativa, que comienza a llenarse de gente.

De retorno a Manzanares el Real, al otro lado de la carretera, hay unos restos de una pequeña explotación minera.

Llegando...

Un día ideal, para disfrutar de la naturaleza sin penurias.