sábado, 29 de mayo de 2021

- El Valle de los Neandertales.

 


Track del recorrido.

Valle del Lozoya.

Info del Entorno I

Info del Entorno II.


Valle de los Neandertales.

Y seguimos por el Norte de la Comunidad de Madrid, poniendo rumbo al pueblo de Pinilla del Valle. Hay varias rutas, por el entorno del pueblo, destacando 2 de las mismas sobre el resto. La del Valle de los Neandertales y la ruta de los oficios. Ambas rutas las hicimos en el día, con una longitud total de 23 km. Las he separado en dos artículos, para profundizar un poco más sobre cada una de las rutas.

Desde Madrid por la A1, en dirección a Burgos, se sigue por la autovía hasta pasar el pueblo de Lozoyuela y coger el desvío que lleva a Rascafría. Se sigue por la M-604 hasta Pinilla del Valle o al pueblo de Lozoya, para iniciar la primera de las rutas.

Es indiferente, desde donde se empiece el recorrido, nosotros la comenzamos desde Pinilla del Valle, para por la tarde llevar a cabo la segunda de la ruta que habíamos planificado para este día.

En Pinilla del Valle, dejamos el vehículo en el punto de información, donde hay una amplia zona para aparcar el vehículo. Desde aquí será el origen de nuestras rutas, la primera de ellas la del Valle de los Neandertales. Es una ruta circular y es indiferente el sentido de llevarla a cabo. Nosotros lo haremos en dirección al Pueblo de Lozoya, en sentido de las agujas del reloj.

La ruta no tiene perdida alguna, ya que la misma transcurre por camino y senda, que bordea el embalse de Pinilla. El primer tramo, comparte la ruta ciclista que une Rascafría, Pinilla del Valle, Lozoya y Garganta de los Montes, ruta 4. Por la misma hay indicadores de la dirección a seguir, por su camino y vía pecuaria. Nos adentramos por el pueblo, hacia su ayuntamiento y la Iglesia de San Miguel. Hay un árbol singular, en el recorrido, un gran chopo de más de 100 años al lado del ayuntamiento. Un ejemplar autóctono, cuyas hojas se usaban para el ganado y su madera, para leña, pues bien, siempre fue conocido como los arboles del pueblo. Su Iglesia, consagrada a San Miguel y construida sobre los restos de un castillo, comenzó a erigirse entre el siglo XVI y XVII. Dejándola atrás, se llega a la pista que lleva al pueblo de Lozoya.

Punto de Información de Pinilla del Valle.

Ayuntamiento, Chopo singular y la Iglesia de San Miguel.

Esta vía pecuaria, con buena sombra en su recorrido, y bancos, es un relax que invita al paseo, donde es fácil encontrarse desde senderistas, ciclistas y corredores por el mismo. Una buena manera de oxigenarse ¿no?. Este primer tramo, siguiendo las indicaciones a Lozoya, la amplitud del valle, las aguas de su embalse lleno, la riqueza de su masa forestal, cambiante entre ambas orillas, le dan un gran valor paisajístico, mientras la recorres. Con sus inviernos fríos y veranos más templados, idílico para refrescarse, bajo la mirada de su sierra, destacando el pico del Nevero. Nos sumergimos por su vegetación de ribera, de álamos, fresnos y rebollos, con vistas a las aguas del embalse. Hay momentos, que la frondosidad de sus bosques te atrapa en su recorrido. Llegados al área recreativa del Lozoya, nos quedamos un rato sentados, con unas vistas envidiables del Valle del Lozoya, las cumbres aun con nieve por la sierra de Guadarrama, destacando Peñalara, algunos neveros por las cuerdas cimeras. Cercano al área recreativa, el camino nos deja en su mirador, con indicadores de las cimas de la Sierra y la vida acuática del embalse. La ruta bordea Lozoya, pasando por su helipuerto de emergencias en dirección a la presa de Pinilla. Un descenso y una subida más brusca, atravesando el rio Lozoya por un puente, nos lleva a la vertiente contraria de la Presa. 

Comenzamos la ruta, por pista. Nada más empezar, cogemos la pista de la Izq, vía pecuaria indicada a Lozoya.

Remanso de paz, con bancos en su recorrido.

Una pista bastante llana, entre la frondosidad de sus bosques.

Un recorrido ideal.

Con algunas vistas, al embalse.

Un paseo de ruta.

Por donde el bosque parece envolverte por momentos.

Otro desvío, derecha, a Lozoya siempre.

Área recreativa de Lozoya.

También de amplias praderas.

Y de pequeñas zonas selváticas.

Para disfrutar de la naturaleza.

Pequeños bancos, con grandes vistas, en otra área recreativa de Lozoya.

Atrás dejamos Lozoya.

Y seguimos nuestro rumbo a la Presa de Pinilla.

En el Mirador.

Mirador del Valle.

Puente sobre el río Lozoya, en las inmediaciones de la presa de Pinilla.

Un tramo por camino forestal, muy diferente a la pista por la que hemos venido. Abundante en vegetación de arbustos con sus Jaras, piornales y de arboleda de robledales y pinares, nos aproxima al paisaje mas salvaje de la ruta, el Valle de los Neandertales. Antes, dejaremos el camino para seguir un tramo por senda, por las orillas del embalse, por donde practicar deportes acuáticos como el Kayak y la piragua, accesible desde Lozoya, y disfrutar por sus aguas, alquilando el material en el mismo pueblo.

Unas aguas bien frías, por cuya orilla, hay remansos de agua en forma de playas, ideales para tumbarse y disfrutar del día. La pequeña senda, nos aleja del embalse y nos acerca nuevamente al camino. Un recorrido con algunas cuevas y abrigos de roca, hasta llegar al yacimiento del Calvero, el Valle de los Neandertales. El mes que viene, Junio 2021, comenzara abrirse, con aforos limitados y horarios, es necesario reservarlo.

Comenzamos, por la vertiente contrario por camino.

Al lado, la presa de Pinilla.

Un tramo por camino forestal.

De Jaras, piornales y robledales.

Con vistas al embalse.

De amplia vegetación.

Dejamos el camino, para proseguir por su senda.

Un agradable recorrido por su senda, que nos acerca a las orillas del embalse.

Entre su variada flora.

Embalse de Pinilla.

¿Qué no tenemos Playa?....

Tramos de densa vegetación

De cuevas y abrigos rocosos.

Un gran yacimiento paleontológico que abarca desde hace 60.000 años hasta los 300.000, en distintas etapas. Repartidos entre distintas cuevas, con numerosos restos de su pasado climático y de especies como el Oso Pardo, lobos, las Hienas manchadas, linces, leones, y un largo etc.… entre grupos poblaciones de Neandertales, uno de los mejores hallazgos y que tenemos aquí en Madrid.

Entrada al Yacimiento arqueológico del Calvero, Valle de los Neandertales.

Seguimos el camino que nos lleva a la recula del embalse, y a través de un puente sobre el río Lozoya, nos lleva nuevamente al puente de encuentro y origen de esta ruta.

Puente sobre el río Lozoya, hacia Pinilla del Valle.

Río Lozoya.

Una ruta aconsejable para tod@s y niñ@s, para pasar en familia, con amig@s, en pareja, ideal para darse un baño de riqueza natural, por un entorno envidiable, ni lo dudes…

 










martes, 25 de mayo de 2021

El Miaccum y los Cerros de Collado Mediano

 


Track del recorrido

Info, de rutas por Collado Mediano.

Esta ruta, es un acercamiento a la presencia romana por la comunidad de Madrid, por sus grandes dehesas y sus antiguos bosques primigenios. Para ello, me he acercado al municipio de Collado Mediano, y a su estación de cercanías, donde dejar el vehículo fácilmente.

La ruta que recorre la sierra del Castillo, tiene marcas del GR y de sendero local, de fácil seguimiento. Sin embargo, es necesario el mapa o un GPS, para recorrer está ruta. Los tramos balizados, por su sierra, aunque sean sencillos de seguir, hay varios senderos y hay que fijarse bien en las marcas que guían el recorrido. Acercarse a los restos del yacimiento romano, no hay ninguna señalización, aunque tampoco es complicado acercarse hasta ellos. Mi recorrido abarca de manera circular, esta ruta. Lo primero es cruzar al lado contrario de las vías, por un paso subterráneo al lado de la estación.

Una vez cambiado de vertiente, se dejan a tras las vías y la carretera M-623 que unen los pueblos de Becerril de la Sierra y Guadarrama. En dirección Sur, se callejea un poco entre las urbanizaciones, para coger una cañada, conocida como la vereda de Entreterminos. Esta cañada, me lleva directo a una zona conocida como el Beneficio, donde se encuentra el yacimiento romano de Miaccum. Hay un centro de interpretación del yacimiento, así como información de las calzadas romanas. Mas adelante siguiendo el camino, se llegan a las ruinas, de lo que fue, posiblemente una posada romana. Por Madrid, concurría 3 vías romanas, la XXV que comunicaba Zaragoza con Mérida, la XXIX en dirección Sudeste y la XXIV, que unía ambas mesetas, a través del puerto de la Fuenfría. Conocida es su calzada por Cercedilla, construida en el siglo I, esta vía romana llamada de Antonino, unía Segovia con Toledo. A lo largo de la misma, villas y pequeñas paradas, con sus baños, habitaciones, etc... formaban parte del recorrido, siendo conocidas por Madrid la de Miaccum y la de Titulcia.

Estación de cercanías.

Callejeando, entre las urbanizaciones, en busca de sus cañadas.

Camino de Entretérminos.

En el beneficio.

Partes de una vía romana.

Por el camino de Entretérminos.

Yacimiento romano de Miaccum.

Dejo atrás, su historia romana y prosigo al Norte, por otra de sus cañadas, la del Molino a Alpedrete. Numerosas dehesas me salen al paso, siendo el paisaje predominante del recorrido, destacando la Dehesa de la Jara. Al final de la misma hay una bifurcación de cañadas, una hacia Noroeste y otra al Noreste. Sigo por esta última, que es el cordel de la Carrasca y fuente vallejo, en dirección a Collado Mediano.

Cruce de caminos/cañadas, sigo por el de la derecha, Norte. Camino de el Molino a Alpedrete.

Amplias dehesas floridas.

En dirección a la dehesa de la Jara.

Tramos guiados con marcas de sendero local.

Dehesa de la Jara.

Llegado de nuevo al pueblo, vuelvo a cruzar la carretera, en una cercana rotonda, por la cual sale la cañada. Sigo la misma, para adentrarme en la Sierra del Castillo, mas al Este. Me encuentro en el Jarálon, y su pequeña senda va ganando altura uniendo los cerros del Jarálon y el del Castillo. Lo más representativo del medio, son sus jaras, la jara pringosa, entre piornales, cantuesos, rosales silvestres, y alguna que otra encina.

Tiempo atrás, el ecosistema era muy diferente, grandes bosques de encinas y enebros, salpican la ladera sur. Y bosques de quejigos y robles, en su zona norte. Estos bosques primigenios, abarcaban gran parte de los pueblos del Norte de Madrid, habitad ideal del Oso y el lobo, entre la gran variada fauna. Con el tiempo, fueron desapareciendo, la necesidad de campo para el ganado y, sobre todo, la gran demanda de leña de Madrid, lo fueron mermando casi, hasta su extinción. Solo 2 grandes bosques se salvaron, el del Pardo y la Casa de Campo, por ser de propiedad real. En el siglo pasado se realizaron algunas intervenciones forestales, con repoblaciones de pinos silvestres y de pinares negros. Aun así, es fácil ver algún que otro roble, enebro y encinas por su serranía. Esta pequeña senda, va guiada con marcas azules-rojas y blancas, en la mayoría del recorrido. Bien por sus rocas o en los troncos de los árboles. Atravesando un muro de pared seca, me acerca a un mirador natural, del cerro Jarálon. Una gran panorámica, se tiene a la vista. 

Saliendo de nuevo a la carretera, enlazo nuevamente con la vía pecuaria.

Una vía, con dirección al descansadero de las pozas.

Desvío hacia la Sierra del Jarálon.

Una senda entretenida, entre los arbustos del medio natural.

La misma, no tiene perdida, aunque a veces la arboleda se vuelva más densa.

Con marcas en su recorrido.

Por donde de repente, la civilización hace presencia, hacia rumbos lejanos.

Antiguas trincheras....

Ascenso al Cerro del Jarálon.

Bajo la suave brisa...

La ruta me cruza, su pared seca...

Para llegar a las vistas, que el Cerro Jarálon, me regala.

Siguiendo la senda, que sigue cogiendo altura, me acerca a un cambio de contraste natural. Un bosque de pinares, con numerosas sendas, me salen al paso. Ahora sigo por un GR, senda de gran recorrido que me lleva al Cerro del Castillo. Un ascenso, de pendiente mas fuerte entre el pinar y sus roquedos. Para llegar a un mirador, igual de imponente a cuanto a vistas, del cerro Jarálon. 

Atrás dejo el cerro, y sigo su senda guiada, a la Sierra del Castillo.

Circundada por sus Jaras pringosas.

Divisorias de caminos, sigo recto, ascendiendo hacia el Cerro del Castillo.

De roquedos y pinares.

Este tramo, tiene las marcas de sendero de gran recorrido (GR).

Llegando al alto del Cerro del Castillo.

Mirador del Cerro del Castillo.

Vistas de Collado Villalba, Torrelodones, al fondo Galapagar, el embalse de Valmayor, etc...

Atrás dejo el cerro y sigo por su cresta, para descender a las laderas del Castillo. Me desvío un momento de la senda original, para acercarme a un pequeño cerro, con una hermosa panorámica, de la otra vertiente de la sierra, pueblos como Becerril de la Sierra, Navacerrada, Manzanares el Real y su embalse en la lejanía, la Maliciosa y la Pedriza, destacan en el paisaje.

Bajando del Cerro del Castillo, hacia Navacerrada.

Un buen mirador natural...

Navacerrada, su embalse, Becerril de la Sierra, Manzanares el Real y su embalse al fondo, etc...

Retrocedo y la senda, termina en una pista que lleva a Navacerrada y a Collado Mediano. Sigo mi rumbo a Collado Mediano, acercándome a sus bosques de pinares y a las peñas de la Cobañera. Por el pueblo, recorro, una ruta singular, la de las casas con vida. Sus pinturas en las paredes, puertas y ventanas, retratan a las personas que allí habitaban, sus costumbres rurales y que forman parte de la cultura popular.

Por la pista que me lleva a Collado Mediano.

Bajando, por el entorno de las Peñas Cobañeras.

En Collado Mediano, por la ruta de las Casas con Vida.

Su pasado y costumbres, hoy más presentes.

Hasta la próxima...

Un día redondo, para conocer nuevos lugares, tanto históricos como naturales, de grandes panorámicas, a través de sus miradores naturales y bajo la nubosidad, con la que el día me ha brindado, para caminar tranquilamente y con el frescor, que me ha acompañado en gran parte de la ruta.