miércoles, 8 de septiembre de 2021

- Los Gorgos de Bolbaite y el Salto de Chella.

 


Track del recorrido.

Info del entorno.

Info del entorno.

Mi siguiente escapada, me lleva al pueblo de Bolbaite, en la comarca de la canal de Navarrés. Un pueblo con mucha historia, cuya villa se la conoce, con el nombre de Rabalet. Su origen se remonta a la época musulmana, y durante el medioevo, paso por las manos de varios señores feudales. Partido en dos por el río Sellent, destaca a la vista su imponente palacio-castillo erigido entre los siglos XIII y XIV por los Cabanillas. La ruta que llevare a cabo, va a recorrer la cuenca del río Sellent, entre los pueblos de Bolbaite y Chella, entre sus campos de cultivo, la arquitectura mediterránea de sus casas, sus selvas mediterráneas y cascadas. Es indiferente desde donde se empiece, pero la idea que tengo en mente, me pareció muy buena. Por la carretera CV-580 que viene de Chella, prosigo por la misma sin entrar a Bolbaite, seguiré por la carretera casi hasta el final, donde esta el aparcamiento del área recreativa del río Sellent. He ido pronto, para coger sitio, debido a que en verano es bastante complicado aparcar. Desciendo, por la escalinata hacia el área recreativa y el lago de Bolbaite. Una zona, que, en las próximas horas, se ira llenando, por la riqueza de sus aguas cristalinas para el baño. Comienzo aguas arriba, siguiendo el curso del río, junto al lago, destaca una oquedad, con estalactitas en su interior, por donde esta el Gorgo del Caracol, una cascada, ahora sin agua que se precipita al lago. Seguidamente, esta el gorgo de la Cadena, en cuya poza hay una cueva subterránea, para el uso de los espeleólogos. La estrecha senda, va cogiendo altura, alejándose del río, hacia la parte industrial del pueblo. Desde ahí, un camino asciende entre pinares carrascos, a la ermita de Santa bárbara. A continuación, la ruta me lleva al corazón del pueblo, por la calle honda y conocer su casco histórico. Se sigue callejeando, parta dar con la calle Calvario. Esta calle, me aleja del pueblo hacia los campos de cultivos, tanto de hortalizas, frutales y de secano de olivos, que destacan en el paisaje. Y uno de sus productos estrella, es su apreciado aceite. El primer tramo del recorrido está asfaltado, para seguir por camino en dirección a Chella. Este camino termina, en un pequeño alto, que hay que descender por una trocha, para seguir el camino del Prado, que es el GR-332.

Vistas desde el aparcamiento del Bolbaite y su castillo.

Descenso al lago de Bolbaite.

Comienzo de la ruta, cruzando su puente arqueado.

Gorgo de la Cadena.

Vistas del lago, y de la oquedad del Gorgo del Caracol.

Siguiendo el curso de aguas.

La senda asciende, con vistas a una de las pozas.

Recorriendo Bolbaite.

Bolbaite.

Dejando la calle del calvario atrás, se sigue por asfalto entre los cultivos de olivos.

Seguidamente por camino.

Al final del mismo, se desciende por una trocha, para seguir por el camino a Chella.

Gr- 332, camino del Prado.

Que lleva a Chella..

Antes, me desvío para ver las Cuevas del Turco.

Cuevas del Turco.

En el recorrido, hay un desvío, para acercarse a ver las Cuevas del Turco, excavadas a media altura en la pared, cuyo propósito, podría ser defensivo y de resguardo. El camino me lleva directamente a Chella, y antes de cruzar el puente sobre el río Sellent, donde se encuentra el Salto de Chella, hay unas ruinas y un cartel. Desciendo por una senda, a aventurarme por su pasado industrial. Todo el entorno, estaba ocupado por molinos, batanes, fabricas de luz y de papel, ahora en ruinas.  Sumergirse por el interior del barranco, por su senda entre las ruinas, le dan un toque mágico, entre la densa masa forestal mediterránea, fundida con muros, ventanas y puertas. La diversidad y rica flora, se entre mezcla con las higueras y chopos, de innumerables aromas. Cualquiera que se introduzca por la misma, solo le haría falta un sombrero y el inconfundible látigo de Indiana Jones, en un gran set, para vivir grandes aventuras, entre su apariencia casi amazónica. Recorrer, sus pasadizos, puertas, sus cuevas…es tal, que, en mi solitaria incursión, solo se oye el murmullo del viento, con la vegetación y extraños silbidos, que forman las corrientes, entre las ruinas del entorno. Me introduzco por su conocida cueva, amplia que te acerca, por otra selva. Debo decir, que me encanto este lugar, sin embargo, y sí, siempre hay un, pero. Hay que tener precaución, al recorrer sus ruinas, sobre todo, procurar no entrar entre los restos, su fragilidad en su interior y, sobre todo, algún que otro agujero profundo que he visto, es preferible ir bordeándolo, que se disfruta lo mismo. La pequeña senda, sigue aguas abajo por el barranco, y una pequeña trocha, desciende entre los juncos, para observar el Salto de Chella.

Vistas a Chella.

Vistas hacia el Barranco, por el cual me voy a sumergir.

La senda, recorre una selva mediterránea, en un entorno mágico.

De densa masa forestal.

De formas curiosas, que la hiedra forma con el entorno.

Como un gran manto verde...

Recorriendo sus ruinas.

Puertas, que dan....

Cuevas, hacia otros lugares...

Entre su laberinto de roca y ruinas...

Cruzando sus pasadizos...

Que te acercan a descubrir, sus antiguas fábricas..

Donde la naturaleza, se fusiona...

El Salto de Chella.

Salto de Chella.

Una senda, sale de la carretera, que asciende al pueblo y al mirador.

Salto de Chella, desde su mirador.

Para ver esta cascada, no hace falta descender a la misma, desde el pueblo hay un buen mirador para contemplarla desde arriba. Retrocedo, y vuelvo al inicio, para ir a Chella. Yo asciendo por una senda marcada e indicada, aunque puede seguirse por la carretera bordeándolo. Desde arriba, me acerco a su mirador, y contemplar el Salto de Chella, para luego descender por una larga escalinata al interior del pueblo. Me adentro por sus calles, hacia su antiguo lavadero, prosigo hacia el parque de la Fuente, y dejo atrás Chella por un camino, que cruza el río Sellent, en dirección a Bolbaite. El camino transcurre entre campos de cultivo y paralelo al río. El mismo, termina en una senda, que rodea una finca y me lleva a otro puente, que cruza nuevamente el río. Ya llegando a Bolbaite, se sigue por senda entre los Olivos, paralelo a la carretera, hacia el pueblo y regresar al vehículo. 

Bajando al pueblo...

El campanario, de la parroquia de nuestra señora de Gracia.

Su lavadero.

De nuevo por camino, hacia Bolbaite, por los campos de cultivo de Chella.

Dejando el camino atrás, se sigue por senda, para bordear una finca.

Y seguir paralelo al río, siguiendo una tubería de aguas.

Se cruce por un puente nuevamente el río, y un camino me deja en la carretera a Bolbaite.

Sigo por el olivar, para llegar a la plazoleta del pueblo.

Las Ocas de Bolbaite.

Como voy a pasar el día aquí, me acerco a su hermoso lago, para disfrutar de sus aguas y relajarme por su entorno, después de una buena y hermosa ruta, muy disfrutona.

Como broche final, un buen refrescante y relajante baño, en su lago.

Y unos cuantos saltos también...jajajaja


 


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