- Las Cascadas de Foces.

 

Track del recorrido.

Panel informativo de la ruta.

Nos acercamos a Boñar y a su conocido Soto, donde dejaremos el vehículo para empezar esta ruta. El Soto, es como un polideportivo al aire libre, con campos de futbol, piscina, vóley playa, y un largo etc., con su chiringuito, para disfrutar por su entorno natural. Salimos en dirección al pueblo del barrio de las Ollas, dejando el camping a un lado, cruzando por el puente sobre el río porma. Aquí, nos encontramos con el panel ilustrativo de la ruta, con buena información de la misma y de su entorno. Un camino agradable de recorrer por la ribera del río, el cual abandonamos a la altura de la línea férrea del tren Bilbao-León, para ascender por una senda hacia el pueblo de Barrio de las Ollas. Una de las paradas obligatorias del camino olvidado de Santiago, que se esta recuperando. El nombre del pueblo, seguramente hace referencia al antiguo arte de la ollería, por sus artesanos en la edad media. Nos internamos por sus calles, en donde refrescarte en su florida fuente, y seguir ascendiendo. Seguimos subiendo por el camino de la izquierda hacia el pueblo de la Mata de la Riba, con una pendiente mas pronunciada, zigzagueando, hasta llegar a los amplios campos del pueblo. Un mirador natural, hacia el valle del Porma, destacando sus pueblos limítrofes, como el Barrio de las Ollas y Boñar. A la derecha dejamos de lado el camino de regreso, donde esta el pallet de las Huellas de las Janas.  

El Soto de Boñar.

Seguimos por la carretera, hacia el pueblo del Barrio de las Ollas.

El río Porma, desde el puente.

Origen de la ruta, por el camino olvidado de Santiago.

Ideal, para ir en familia...

Con vistas al río.

Dejamos el camino atrás, para ascender por senda al pueblo del Barrio de las Ollas.

Entre chopos y arboleda de ribera.

Potro de herrar.

Fuente del pueblo.

Vistas desde arriba, hacia bario de las Ollas y Boñar.

Pallet del cruce de caminos.

Seguimos por el camino, hacia el arroyo de las foces.

Por las cercanías se obtiene, uno de sus productos culinarios estrella, como la miel de montaña. Esta ruta tiene dos finalidades, la primera recorrer su ecosistema, entre bosques mixtos, con dos hermosas cascadas, dignas de admirar en épocas de lluvias y primavera. En verano, la escasez de lluvias, corren por las mismas un pequeño chorro. Y su otra característica, es de aprendizaje, con elementos de fantasía para los niñ@s y el cuidado del medio natural. Como curiosidad, todos los elementos, de fantasía están asociados a un código QR, con un acercamiento a las antiguas raíces y costumbres de sus gentes, su mitología, y el estudio del medio natural, en la cual se incluyen una serie de juegos. Una senda ideal, para entretener a los niñ@s, a lo largo de su recorrido.

Si queréis saber más, os dejo el link de este proyecto, así como la información de los juegos y un cuaderno de campo, para llevar a cabo diversas actividades:

Las Huellas de las Janas.

La ruta está en todo momento indicada, y en un cruce de caminos, seguimos la dirección hacia Aldeya (El poblado de los Trasgos) que nos acerca a las cascadas. Un desvío por senda, para ver la cascada grande y superior. La senda se introduce por su bosque de pinares y piornos, que por momentos parecen cubrirte, para descender a la profundidad del arroyo de las foces y ver la cascada. Una cuerda, guía el ultimo tramo, a la cual agarrarse en la parte final, más vertical. Aquí, hay que tener más precaución, la cuerda anudada ayuda, pero hay que ir con más cuidado por lo pronunciado del descenso, bastante resbaladizo. La cascada, se encuentra en una densa masa forestal de ribera, casi en penumbra, con una buena altura, por la cual en esta época cae poca agua. Se retrocede hasta el desvío inicial, y proseguir por el camino hasta la cascada pequeña. Desandamos la ruta, hasta el cruce inicial, que nos indicaba Aldeya, para cambiar de rumbo al Norte, hacia Hadápolis, en el bosque de pinares.

Una buena parte del recorrido, tiene buena sombra, según te vas a cercando a sus bosques.

La ruta esta en todo momento guiada, con balizas.

Una curiosidad.

Seguimos ascendiendo, con pendiente suave...

Cruce de la ruta, primero iremos a Aldeya (las Cascadas).

Poblado de los trasgos...

Con carteles QR, con juegos y su entorno.

Desvío a la cascada superior.

Entre una densa masa forestal.

Cuya senda, se sumerge entre los piornales.

Descenso al arroyo de foces.

Cuerda guía de la cascada.

                                           

Descenso por la cuerda...

Cascada de Foces grande.

Después de retroceder, se sigue el camino a la cascada pequeña.

Con mis sobrinos...

Un nacimiento de color, en los alrededores.

Cascada pequeña...

Con elementos, que hacen participes a los mas pequeños.

Un pequeño ascenso, para llegar a un camino forestal, donde se encuentra Hadápolis. Se sigue la pista, hasta un desvío, que tomando el camino de la derecha (Sur), nos lleva hacia las cercanías del Barrio de las Ollas (El Pallet azul de las Huellas de las Janas) y regresar a Boñar.

Ascenso hacia Hadápolis.

Por el bosque de Hadápolis.

Curiosidades de su entorno.

Entrada al pueblo de las hadas.

Dejando atrás Hadápolis, se sigue por el camino forestal.

Giramos derecha, para descender al pueblo.

Entre su bosque de pinares.

Un tramo agradable, bajo su sombra.

Llegando al cruce, donde el pallet azul, que nos acerca al Barrio de las Ollas.

Una ruta diseñada para familias y niñ@s, para dar a conocer el ecosistema del medio natural que la rodea y a modo didáctico, como herramienta de aprendizaje a través de sus juegos, acercar de una manera a los niñ@s, a la fantasía que por el bosque se respira.