viernes, 28 de febrero de 2020

- Las Lagunas de Rivas



Track de la ruta.
Panel ilustrativo del recorrido de la Laguna del Soto de las Juntas.
Una buena ruta, cercana a la capital, son las lagunas de Rivas. Sigo recorriendo el Parque regional del Sureste, y esta ruta circular abarca dos, de sus lagunas más visitadas. Justo al lado de Rivas-Vaciamadrid, en la salida 19, de la A-3, se encuentra la primera de las lagunas, conocida como la laguna del Soto de las Juntas. Hay un amplio aparcamiento para dejar el vehículo sin dificultad, pero el atractivo del lugar, lo llena enseguida. Esta laguna, se encuentra en el interior del Soto de las Juntas, por una ruta marcada y guiada en todo su recorrido, con una distancia de 7 km aprx. La primera parte de la misma me acerca al río Manzanares, bajo los cortados que flanquean el río de roca y yeso, y donde en sus alrededores, en las terrazas del Manzanares, hay varios vestigios de la guerra civil, de la batalla del Jarama.

La variada vegetación fluvial de ribera, ejerce un buen funcionamiento ecológico del río, de variada materia orgánica y microorganismos, favoreciendo una densa masa vegetal, junto a sus choperas y fresnos. Paralelo al río, se observa un árbol singular (populus Nigra), álamo Negro. El camino se acerca a la laguna del Soto, cargada de agua y de bastante volumen, de juncales y numerosa avifauna acuática, que puede observase de desde distintos miradores, habilitados para ello, como las cigüeñas, patos, somormujos, cormoranes, entre otros.
Aparcamiento del Soto de las Juntas.
Río Manzanares.
Hacia las Terrazas del Manzanares.
Árbol singular, Álamo Negro.
Río Manzanares.
Toda la ruta, esta marcada en su recorrido.
Laguna del Soto de las Juntas.
Un amplio camino, que invita al paseo y relax por su entorno natural.
Laguna del Soto de las Juntas.
El camino circular, bordea primero el río Manzanares y posteriormente el río Jarama.
La ruta por el soto de las juntas es circular, por donde el camino bordea su laguna. Una pequeña senda, se desvía del camino principal, para acercarse a ver la confluencia de los ríos Jarama y Manzanares. De retorno al camino, ahora paralelo al rio Jarama, se sigue disfrutando de la belleza natural de la ribera del río y de la laguna del Soto. El final del camino, se une al comienzo de la misma, acercándome nuevamente al aparcamiento.
Abandonando el camino principal, una pequeña senda me acerca a ver la confluencia entre los ríos Jarama y Manzanares.
Donde ambos ríos se unen.
Retornando al camino principal.
De nuevo en el camino, la ruta sigue ahora, paralelo al río Jarama.
Río Jarama.
En el recorrido, hay varios bancos, para descansar y relajarse en el medio.
Laguna del Soto de las Juntas, en la vertiente contraria.
Dejando atrás el aparcamiento, y saliendo del mismo hacia la autovía, se sigue por camino hacia la autovía y el río Jarama.
Y tomar una pequeña senda, que cruza por debajo de la autovía.
A continuación, dejo atrás el aparcamiento y se sigue por un camino amplio, paralelo a la A-3 y hacia el río Jarama. Una pequeña senda, pasa por debajo de los puentes de la autovía, llevándome a varias fincas, paralelas a la vía del tren. Se continua por amplio camino, paralelo a las vías del tren, que lleva al Puente de Arganda. Este puente lo cruzare, en el regreso. Un pasadizo, te cruza al lado contario de las vías, y se llega al inicio de la Laguna del Campillo.

La Laguna del campillo, como la gran variada red de lagunas de Rivas, son restos de su pasado minero, de la extracción de áridos. La explotación de estas graveras, dieron paso a la formación de numerosas lagunas, de diversas dimensiones, siendo la más grande la Laguna del Porcal. Con el tiempo, las lagunas se mantuvieron estables, debido al intercambio acuífero fluvial, con el rio Jarama, creándose un nuevo ecosistema acuático, de variada vegetación y gran atractivo para las aves acuáticas.

El camino bordea la laguna, y hay bancos a modo de miradores hacia la misma. Es una zona muy concurrida, por la amplitud de la laguna, y su gran valor paisajístico. El amplio camino, también va paralelo al rio Jarama y hacia el final de la laguna, hay un centro de educación ambiental. En su interior hay miradores y paneles explicativos de la laguna y recreaciones que muestran, el pasado prehistórico del entorno. La ribera de la laguna, esta salpicada de pequeños oasis de ribera, formado por zarzamoras, rosales silvestres, majuelos, álamos, fresnos, taray, etc.…Un hábitat cargado de vida, de juncos, carrizos, lentejas de agua, eneas... de gran valor natural.
Laguna del Campillo.
Camino, que bordea la laguna.
Otro banco, que te invita relajarse en el recorrido.
Laguna del Campillo.
Donde se pierde la mirada.
Hacia el río Jarama.
Entrada al centro educacional de la Laguna.
En uno de sus miradores.
Recreaciones del medio.
Reconstrucción a tamaño real, de un elefante prehistórico de la comunidad de Madrid.
Una vieja vía, de su pasado industrial.
El camino, termina en una pequeña senda que prosigue paralelo al rio Jarama. Siguiendo la misma, se llega al impactante puente de hierro de la antigua vía férrea del Tajuña.Un atractivo del entorno, esta en la figura del tren de Arganda (El que pita más que anda), que, a partir de marzo, realiza el recorrido entre Arganda y el apeadero de la laguna del campillo, en Rivas. Un tren de vapor y a veces diésel, realiza el recorrido de 4 km que separan ambas localidades, en un tiempo de 40 a 45 min. La ruta sigue bordeando la laguna por el camino de la casa particular del Piul, entre la vía férrea y los cortados que la flanquean. Yo, sin embargo, cruzo el impresionante puente de hierro de 175 m de longitud, para continuar la ruta por una senda, paralelo a unas fincas y al rio Jarama. En el puente hay un cartel, que avisa, sobre el peligro que supone cruzarlo, bajo la responsabilidad de cada uno. Tiene tramos de desgaste y puede producir sensación de vértigo. El mismo es evitable, retrocediendo por el camino que bordea la laguna, o regresando de manera lineal al inicio de la misma.
El camino termina en una senda, paralela al río Jarama.
Río Jarama.
Puente de Hierro del Tren.
Por el que hay que tener cuidado, si se decide cruzarlo.
En el recorrido, hay varias indicaciones del camino de Santiago y el de Uclés.
El seguir por la estrecha senda, me acerca a la ribera del rio Jarama, cargado de vegetación y densa flora, y me deja en el puente de Arganda, que cruzándolo me retorna al origen de la ruta.
Río Jarama.
Regresando por senda, hacia Rivas.
Con vistas al Jarama.
Una cigüeña, surcando el río.
Cruzando el Puente de Arganda.
Una ruta, en la que destacaría su gran valor paisajístico, de sus lagunas y la ribera de los ríos manzanares y Jarama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.