viernes, 21 de febrero de 2020

- Ruta de los miradores y senda ecológica de Toledo

Track de la ruta.
Los caminos naturales del Tajo.
Otra forma de conocer Toledo, abarca desde la perspectiva de su skyline como la ribera del río Tajo. Adentrarse por la ciudad histórica, te remonta a un mundo de gran diversidad cultural, de gran riqueza arquitectónica, de lo que fue una de las grandes ciudades antiguas de la península. En su origen, una importante urbe para los Carpetanos, una de las tribus celtas, que poblaban la península, hasta su conquista por los romanos. Posteriormente, con el declive de roma y las conquistas de los pueblos germánicos, paso a ser la principal ciudad del reino visigodo. Una ciudad que, a lo largo de su historia, perteneció a varias culturas, de ahí que se la conozca como la ciudad de las tres culturas, musulmana, judía y cristiana. En el medioevo, ya en manos cristianas, y durante un tiempo, llego a ser capital del Imperio Español.

Perderse por sus callejuelas, es un lujo que te transporta al pasado, destacando la Plaza de Zocodover (Mercado de las Bestias), uno de los principales núcleos urbanos de época antigua, por conocer. El Alcázar de Toledo, surgió sobre un antiguo palacio de época romana, y a lo largo de los siglos fue modificado y reconstruido. La Catedral, del siglo XIII erigida en la misma zona donde estuvo la mayor mezquita árabe de la ciudad y de una antigua iglesia visigoda. La Mezquita del Cristo de la Luz, bien conservada del siglo X, con una de las leyendas más conocidas de la ciudad. Una ciudad, cargada de rincones singulares, como las termas romanas, el monasterio de Santo Domingo el Real, sumergirse por la sinagoga del tránsito, donde está el museo sefardí. El museo del Greco, cargado de la belleza de su pintura, una ciudad sobre todo sorprendente y agradable de recorrer. Hay otra manera también de conocer Toledo, a través del entorno natural donde se ubica la ciudad, entre grandes paredes, flanqueadas por el río Tajo, el mas largo de la península. El Paseo de San Cristóbal, por la carretera del mirador del valle, ofrece la mejor panorámica de esta gran ciudad histórica y moderna.

La ruta que llevare a cabo, se realiza de manera circular, abarcando la ruta de los miradores del valle y la senda ecológica del río Tajo. Es indiferente el sentido de llevarla a cabo, yo empecé por la de los miradores y regresé por el paseo ecológico del río. Discurre entre dos de sus magníficos puentes, el de Alcántara y el de San Martín, el primero de época romana y el segundo, se cree que de la baja edad media. Ambos forman gran obra arquitectónica, sobre el río Tajo. Para comenzar, hay un amplio aparcamiento en las cercanías del puente de Azarquiel, para dar comienzo las rutas. Desde el parking, hay que seguir hacia el río Tajo, donde te encuentras con un amplio camino, que bordea el río. El mismo puede seguirse hasta el pueblo de Azucaida, pero la ruta a llevar, me dirige hacia el lado opuesto, para recorrer el tramo de los miradores. Una acera peatonal, paralela a la carretera del Alto, bordea el rio Tajo y la ciudad de Toledo, para disfrutar de numerosas panorámicas a lo largo del recorrido. Son las típicas fotos, que se pueden encontrar del skyline de la ciudad, con varios miradores habilitados, para ello. Hay una pequeña senda, que se desvía de la ruta peatonal de los miradores, hacia el cerro del Bú, un yacimiento arqueológico de un poblado de la edad de bronce. La ruta peatonal desciende, hacia el río Tajo, ya en el puente de San Martín.
Vistas del Tajo, desde el puente de Alcántara.
Una mirada atrás del puente.
Ruta de los miradores, por la acera peatonal.
Ruta de los miradores.
Panorámica de Toledo.
Panorámica de Toledo.
Toledo, desde el mirador del valle.
Puente de San Martín.
Una vez cruzado el mismo, hay un panel ilustrativo, de la senda ecológica, que transcurre por la ribera del Tajo. La primera parte, la llevo a cabo, siguiendo la ribera del río por camino hacia el puente colgante de los polvorines, la idea es conocer, su pasado industrial, contemplar la ermita del cristo de la vega y la torre del agua, de la antigua fabrica de armas
El río Tajo, desde el puente de San Martín.
Inicio de la senda ecológica.
Se desciende a la ribera del río.
Y continuo, para ir por camino hacia el puente colgante.
Ribera del Tajo.
Ermita del Cristo de la Vega.
Pasarela metálica, de la antigua fábrica de armas.
Un tramo, que transcurre por encima del río.
Antigua fábrica de armas (Siglo XVIII), hoy en día lo ocupa el campus tecnológico.
Puente colgante de los Polvorines.
Vistas de las afueras de Toledo.
Desde el puente colgante, retorno el camino, y ya continuo la ruta entera por la senda ecológica, hasta el puente de Alcántara. La misma, sigue el curso de aguas del río Tajo, por un medio natural de ribera, de variada vegetación y agradable de recorrer. Un camino, casi un paseo, para relajarse por el entorno natural.
Entrada a Toledo, por la zona amurallada, cercana al puente de San Martín.
Hacia el río Tajo.
Donde nuevamente, el camino me acerca a su ribera.
La senda ecológica, a pies del Tajo, te muestra un bonito paraje natural, a pies de la ciudad de Toledo.
Senda ecológica.
Senda ecológica del Tajo.
Un río, donde el agua parece detenerse.
Donde la senda, se torna en paseo por su ribera.
Un lugar, agradable para el paseo.
De esculturas y represas.
Uno de los variados saltos de agua.
Información del entorno y la ruta.
Donde la ciudad, baja al río.
De represas y antiguos molinos.
Acceso al puente de Alcántara.
Es de esas rutas, que trascurren por lugares, que te desconectan y son agradables para los sentidos recorrerlas.

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