- Foz de Meleros.

 

Track, de la actividad.

Ésta fue, mi última escapada veraniega, por tierras leonesas, y debo decir, que ha sido una de las actividades más gratificantes, que he realizado a lo largo de este año. Ya tenía en mente, el pueblo de Geras o Geras de Gordon, en el Alto Bernesga. Por su entorno natural, hay una gran variedad de rutas a un nivel muy bueno, para la práctica del senderismo. Y no solo eso, si os apasiona la escalada, hay buenos pegues, para disfrutar de la roca y sobre todo de la belleza natural, donde se desarrollan las actividades. En otoño, imprescindible de conocer, es su Hayedo, el de la Boyariza, y por el pueblo, podrás disfrutar de su variada y rica gastronomía.

De todas las rutas, que se pueden realizar por su entorno, elegí la Foz de Meleros, ¿Por qué?, quizás porque reúne, en una sola ruta, un recorrido por el hayedo, la densidad de sus bosques, entre la estrechez del barranco, con pasos de roca equipados, que le dan un toque, especial, que te hacen vivir la ruta y disfrutarla. Por la misma ruta, puede ascenderse al Pico de la Silla y al de la Carba y regresar por la Foz de Palanco, o viceversa.

Para llegar hasta aquí, viniendo de León, hay que dirigirse hacia la Robla, por la N-630 que lleva a Asturias, por el puerto de Pajares, Al poco de pasar, por la Pola de Gordon, hay que tomar un desvío hacia la carretera comarcal, LE-473, que lleva la dirección a Geras. Una carretera de la montaña central leonesa, que discurre por la ribera del rio Casares.

Antes de llegar al pueblo de Geras (1 km aprx), hay una pequeña esplanada, por el desfiladero del río, donde dejar el vehículo y comenzar, la ruta cruzando el puente sobre el río Casares (Indicado), o 200 m más a delante, donde hay un aparcamiento amplio, origen de varias rutas. Desde aquí, comenzare mi andadura, leyéndome los carteles, de las actividades, que se pueden llevar, por la zona. Cruzo la carretera, para seguir paralelo a la misma y al río, cuyas indicaciones, me acercan al puente sobre el río Casares, donde da origen, a la ruta de la Foz de Meleros y de otras por la zona. El primer tramo, discurre por camino paralelo al arroyo Meleros, para sumergirse por la inmensidad del bosque de ribera, avellanos y hayas, ya por senda, muy marcada.

Dejando atrás, el aparcamiento, se cruza la carretera, para llegar al puente, sobre el río Casares.

Cartel, indicativo de las rutas que hay por la zona.

Siguiendo la ruta de la Foz de Meleros.

Al principio es un camino, paralelo al arroyo Meleros.

Con tramos pedregosos, según se va avanzando.

La ruta en sí, no tiene perdida hay varias indicaciones e hitos, que guían el recorrido, al fin de cuentas, es ascender, el curso de aguas del arroyo. Es un tramo llevadero, aunque hay zonas donde el firme es rocoso, donde se hace imprescindible el calzado adecuado para la actividad. Cruzando el arroyo, un túnel natural de la masa forestal, refresca con su sombra el ascenso, en esta época veraniega. La ruta se adentra, por el hayedo de la Boyariza, mágico para descubrirlo en la estación otoñal. El manto vegetal, de arbustos, matorral, entremezclado con el bosque, es un microclima, que hacen del habitad, un paisaje increíble, sacado de la literatura fantástica de los hermanos Grimm. Te atrapa y cautiva, cada paso que das por su interior, según se va estrechando el valle. A un lado, dejo un manantial, que me enseña la entrada a la Foz de Meleros. Un estrechamiento rocoso, fragmentada por el agua, durante miles de años, en donde será necesario el uso de las manos, para ir progresando por su interior. Una cascada, me recibe en la entrada, la cual se sortea, por un lateral, entre peldaños de ferrata y una cuerda, a modo de pasamanos. 

El camino, ya senda, me va acercando al Hayedo de la Boyariza.

De túneles naturales, donde la naturaleza, se muestra densa y salvaje.

Y donde, los desvíos están bien colocados, para progresar con la seguridad, de no extraviarte.

Por un entorno natural, gratificante de recorrer.

De buena sombra...

Cerrada por momentos....

Para seguir descubriéndote, la magia natural, que se respira por su entorno.

Manantial.

Entrada a la Foz de Meleros.

Ascendiendo, por el encajonamiento, paralelo a su cascada.

A partir de aquí, el ascenso es más pino, y la progresión se hace, entre numerosos peldaños y escaleras, que salvan los obstáculos naturales, de la orografía del lugar. Si a eso, se le añade, el paisaje del propio hayedo y del bosque de ribera, es un coctel perfecto, para una de esas rutas, que se recuerdan en la vida. Toda la Foz, es espectacular, mires por donde la mires, pero también hay que tener precaución, mientras se va progresando por la misma, y evitar los días de lluvia, ya que se sigue en todo momento el curso de agua del arroyo. 

Y adentrarse por su mágico bosque.

Con varios tramos de escaleras metálicas.

Que asciende, los obstáculos naturales del terreno.

Y seguir recorriendo, su exuberante selva.

Entretenida por momentos.

De masa forestal muy tupida.

Donde está Wally...jijiji

Un entorno natural envidiable.

Aunque su progresión es sencilla, un mapa, brújula, o GPS, siempre es necesario.

Aunque, no tiene perdida, siguiendo el curso de arroyo.

Y realizable, en cualquier época del año.

Tramo, más encajonado, que se salva con peldaños en las rocas.

En un paisaje de película....

Dejando atrás, el angosto barranco, se sale del mismo, hacia la Sierra de Arniza.

Siguiendo siempre el curso del arroyo.

El cual, se cruza varias veces, mientras se asciende.

Un ascenso continuo, para llegar al collado de la Sierra de Arnizas.

Dejo atrás el angosto barranco, donde el valle se abre, y los hitos, me conducen hacia el collado de la Sierra de Arniza. Un cartel, te enseña, las diferentes rutas y rumbo a seguir que hay por la zona, siguiendo las mismas, se va ascendiendo hacia el collado del Cueto Mellozo. Una buena sudada, este tramo, de monte bajo y poca sombra. Desde el collado, la senda desciende y se adentra por el faedo de la Huerga. Otro hermoso hayedal, por donde me encamino, en un descenso continuado, hasta llegar a las faldas del monte de la Foza de la Fuente. Las indicaciones, colocadas correctamente, para evitar salirse de la senda, me llevan a descender, de una manera más brusca, al arroyo de Meleros y de ahí, a la ruta origen, ya cerca del aparcamiento.

Desde el collado, se llega al desvío que me aleja de la Sierra de Arnizas, para proseguir de manera circular, por la ruta de Meleros.

Un ascenso al Cueto Mellozo.

El cual se tiene a la vista, al llegar al collado.

La ruta del descenso al Hayedo de la Huerga, la comparte la ruta Meleros (Del Lobo) y la de los Corrales (Del Oso).

Indicada en todo momento.

Para acometer el descenso al hayedal.

Un extenso y denso bosque.

Hermoso, para recorrer.

Una senda muy marcada.

De grandes bosques, cuyas raíces y troncos, forman curiosas siluetas.

Un descenso continuado.

Que me deja a las faldas de la Foza de la Fuente.

Un descenso más brusco, por momentos.

Que te lleva al origen de la ruta de la Foz de Meleros, y desandar un tramo al inicio de la ruta.

Video de la Foz de Meleros, en mi canal de Youtube.

Debo, de reconocer, que esta ruta corta, ha sido de las mejores, que, he realizado este año, y son de esas rutas, que se guardan con cariño, ya que la misma se desarrolla, por un entorno natural, envidiable. Muy recomendable, no solo esta ruta, sino el entorno natural, por donde se desarrollan, numerosas rutas, algunas para ir en familia, como la Senda del Celorio, de baja dificultad, donde se mezcla la escultura, la escritura con la naturaleza, leyendo por la misma, el relato de Celorio, la escultura de la mano, que quiere tocar el cielo, y mucho más…