- Lago de Isoba, cascadas y el Fortín de Alboleya.

 

Track de la actividad.

Info, del medio natural.

Otro de esos lugares de la montaña leonesa, en el que he estado varias veces, es el lago de Isoba, de origen glaciar, como el cercano lago Ausente. La ruta más conocida, se realiza de manera circular por el Valle de Entrevados, desde el mismo pueblo de Isoba o en las inmediaciones del camping. Una ruta interesante, que aparte de descubrirte el valle, te enseña las fuentes del río Porma, entre sus cascadas, ya en el paraje conocido como los Forfogones.

La ruta, que voy a llevar a cabo es más corta, pero con el aliciente de conocer el Fortín de Alboleya. Partiendo desde el aparcamiento del Lago de Isoba, la ruta bordea el lago, en descenso, para adentrarse al valle de Langreo. Un chozo pastoril, de forma de Horma, que servía de refugio a los pastores y con corrales, para la guarda del ganado, es mi siguiente visita, conociendo su historia. Una zona importante de paso, por donde los grandes rebaños de merinas, pasan el verano entre sus grandes pastizales. La senda desciende, hacia el río de Isoba, en donde se encuentra su cascada y poza, ideal para refrescarse en verano. Siguiendo las indicaciones, se deja el valle de Langreo, para adentrarse por Entrevados, a las faldas del Pico San Justo. Una ruta de gran valor natural, para observar los rápidos que el río forma, en el pozo de la leña, entre bosques de hayas, robles, abedules, acebos. 

Inicio del recorrido, desde el aparcamiento.

La ruta, está indicada, con postes en su recorrido.

Lago de Isoba.

Lago de Isoba.

Una imagen del contorno del mismo.

Chozo pastoril.

El camino, termina en una senda, que desciende hacia el río.

Cruzando el río, la ruta se divide en dos, una hacia el pueblo de Isoba y la otra senda hacia el Valle en Entrevados.

Cascada y poza de Isoba.

El retorno por la ruta circular, rodea, la vertiente contraria del pico, por el Valle Pinzón. Después de disfrutar de las aguas del río Isoba, retorno de nuevo al mirador del Lago, para cruzar la carretera y seguir un camino, por la vega fonda.

Esta ruta no guiada, transcurre por el camino primero, para descender por una senda evidente, entre postes de luz y seguir un ascenso por la senda, más densa de vegetación por momentos, y llegar al Fortín de Alboleya o Arboleya.

Este Fortín de hormigón de la guerra civil, es uno de los más grandes del frente Astur-leonés.  Dos galerías, con numerosas aspilleras, para los fusileros, como un espacio para el nido de ametralladoras y una trinchera desaparecida, por la propia naturaleza, formaba parte, del complejo de defensa. Enclavado estratégicamente, en lo alto del valle, dominado las tierras leonesas de Puebla de Lillo, y paso hacia Asturias. Las vistas desde el mismo, conforman una gran panorámica del valle y del espacio natural. El regreso, es desandar la senda, hasta el aparcamiento del lago.

Mirador del Lago de Isoba.

Cruzando la carretera, para seguir por camino primero.

Pasando por la cerca y seguir, paralelo a los postes de luz.

Descender por senda y seguir la senda de la derecha, ascendente al Fortín.

Una senda marcada y con abundante vegetación de monte bajo.

Densa por momentos.

Entrada al Fortín de Alboleya.

Una mirada hacia el valle, por las aspilleras.

Interior de la galeria.

Contemplando su gran panorámica, destacando el Pico Susarón.

Retornando al aparcamiento.

Si se realiza la ruta circular entre los valles de Entrevados y Pinzón, o bien la lineal, por cualquiera de ambos valles, se llegan a los forfogones, en la ribera del río Porma, con sus hermosas cascadas. También, puede llegarse, directamente desde el pueblo de Cofiñal, donde a orillas de la carretera, y poco espacio, para aparcar, se puede descender a verlas.

Senda que desciende, a orillas de la carretera a los forfogones.

Un tramo corto, para descender.

Y adentrase al río, entre su bosque de ribera.

Entre su tapiz de musgo y colorida vegetación.

Con tramos de pasamanos, que aparte de ayudar a descender o ascender, evitan, algunas zonas expuestas.

Y conocer sus cascadas.

A lo largo de la senda.

Por un entorno natural gratificante de recorrer.

Una ruta tranquila, para descubrir, hermosos rincones naturales, por los cuales perderse.