miércoles, 7 de diciembre de 2022

- Ruta de los Molinos del río Mera, el río Miño y Lugo.

 


Track del recorrido.

Panel Informativo I.

Panel Informativo II.

Me he acercado a la provincia de Lugo, para recorrer algunas de sus rutas naturales, sus pueblos, gastronomía y su costa cantábrica. Y mi primer acercamiento, es por la misma ciudad de Lugo, que desde luego tiene mucho que ofrecer a sus visitantes.

Comienzo por un paseo fluvial, a orillas de su río, el Miño, el río de Galicia, y que, en posteriores días, descubriré su nacimiento, en el cercano pueblo de Meira.

El Miño, inmenso, en las cercanías de la propia ciudad, con bastante caudal, está englobado en la reserva de la biosfera de “Terras do Miño”. Recorrer su tramo fluvial, me enseña su viejo puente, me descubre el camino primitivo de Santiago, sus grandes prados y vegetación de ribera, de sauces, alisos, saucos, el Carballo y también sus castaños y avellanos…Según avanzas, observas las escuelas de piragüismo, su fabrica de Luz. Es indiferente, el comienzo de la propia ruta en sí, hay varios lugares, con aparcamientos, para iniciarlo, y en seguida llego a su puente colgante. El cual hay que cruzar, contemplando la grandeza del Miño, a un lado dejo el antiguo hospital de San Lázaro, remodelado en el siglo XVIII, por Carlos III. Prosigo, por la vertiente contraria del río Miño, hasta llegar al puente de la carretera nacional N-540. Hay indicaciones con flechas, que te guían al inicio de la ruta del río Mera dos Muiños. Es circular e indiferente el orden en que lo realices. Cruzo por debajo el puente, para acercarme hacia al Muiño de Aspal en A Mera, por donde se cruza una carretera comarcal, y ascender ya por senda, en busca del cauce del río Mera. 

Entrada al Puente Viejo, del río Miño.

Tramo de su paseo fluvial por el río Miño.

Río Miño.

Cambiando de vertiente, atraves del Puente Colgante.

Una mirada atrás.

Paseo fluvial del río Miño, por la vertiente contraria.

Paseo fluvial del río Miño, por la vertiente contraria.

Entrando a la senda de los molinos del río Mera.

La ruta en si no tiene perdida, hay flechas y marcas del PR local (blancas-amarillas), que te guían en todo el recorrido, y de fácil seguimiento. Las recientes lluvias pasadas, y el esplendor de la época otoñal, le dan un toque natural fascinante y agradable paisaje. Al un lado se deja el Muiño de Castro, y se sigue paralelo al río Mera, entre bosques tupidos de ribera, y bosques naturales, que según te internas por ellos, descubres la maravilla que se esconde por la senda de los molinos del río. Alisos, abedules, fresnos, robles, castaños, avellanos, endrinos, acebos, albares, sauces, cerezos y perales silvestres, forman un conjunto a lo largo del recorrido de gran belleza natural. Y más ahora, durante el otoño, que viste sus mejores galas, el colorido de las hojas, el tapiz verde que lo cubre a modo de manto, algunas zonas del bosque, entre líquenes, hongos y setas.

Siguiendo la senda, en busca del río Mera.

Que te acerca a su cauce.

El Río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Y no me quiero olvidar de su gran protagonista, el río Mera, con pequeños saltos de agua, alguna que otra Fervenza, sus molinos, cuyas aguas desembocan en el rio Miño. Un rio truchero, con alguna anguila escurridiza, y por donde se agrupan varios anfibios, como las ranas y salamandras. Oyes a sus aves revolotear, difíciles de ver, como el Mirlo acuático, mientras camino, casi sin darme cuenta llego aun puente, y cruce de la ruta. Seguiré aguas arriba, por el margen izquierdo, ascendiendo de manera suave, casi sin enterarme, y llegar al Molino o Muiño do Tendeiro. Una mesa, para descansar y contemplar una hermosa cascada, y la grandiosidad del molino. Hay tramos de pasarelas de madera, bastante deterioradas por momentos, y por el que algunos de sus tramos se tuercen peligrosos, por la humedad y hojas, que hay por la misma, y que resbalan bastante.  Un puente de madera, me cruza a la vertiente contraria del rio, por donde su tapiz verde y cerrada vegetación, no te deja ver el suelo, de su marcada senda. Sus rocas graníticas, le dan un toque especial, con el musgo salpicando las mismas, el pequeño río, serpentea e incluso, hace pequeños meandros, por el bosque.

Área de descanso, Molino de Tendeiro.

Río Mera.

Molino o Muiño do Tendeiro.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

Ruta de los Molinos del río Mera.

La ruta sigue, y me aleja ahora del río, ascendiendo a zonas mas urbanas, de campos de cultivo, hacia A Malladoira, Xuxaos, que te regalan desde lo alto del monte, una buena panorámica de la ciudad de Lugo. Al llegar a O Tendeiro, se desciende de nuevo al puente y cruce de camino de la ruta. Aquí se puede regresar por la ruta inicial, a la vera del río, o proseguir por una senda paralela, que se aleja del río, y que te lleva nuevamente a Lugo, en las cercanías del puente de la carretera nacional. Un tramo que no tiene perdida, y que nada mas llegar, y cruzar de nuevo por el puente colgante, sigo por el paseo fluvial del río Miño, y por los mojones del camino primitivo de Santiago, hacia las murallas de la ciudad de Lugo. 

Retrocediendo por arriba.

Un ascenso al monte.

Que te regala, esta buena panorámica de la ciudad de Lugo.

Desvío hacia el río Mera, de nuevo.

El cual se cruza por el puente, de la ruta inicial y descender, por una senda superior.

Entre su tupida vegetación.

Y caminar por la grandiosidad de sus bosques.

Mu bonitoos de recorrer...

Y un ultimo ascenso, antes de descender al río Miño.
Y adentrarse a Lugo, por el camino primitivo de Santiago.

Inmensa mires donde mires, la mejor muralla romana conservada del mundo, se presenta ante mis pies. Fundada por Paulo Fabio Máximo, en el siglo 13 a.c, bordea completamente la ciudad, la Lucus Augusti (Lugo). Me interno por la Puerta de Santiago, para comenzar mi ruta personal, por los monumentos mas destacados de la ciudad, desde su catedral, plaza mayor, la casa dos mosaicos, recorrer su muralla romana, ver el parque de Rosalía de Castro, tantas y tantas cosas…No sin antes probar su rica gastronomía, en uno de los restaurantes de la Plaza Mayor. Atrás dejo Lugo y continuo, mis aventuras, más al Norte, que os iré describiendo, sobre esta maravillosa provincia lucense.

Muralla romana de Lugo.

Callejeando, ya se respira ambiente navideño.

Plaza Mayor.

Callejeando...

Catedral de Lugo.

Catedral de Lugo.

Recorriendo por arriba, las murallas te regalan hermosas vistas de la ciudad.

El mejor mural de arte urbano del mundo, Julio cesar, por Diego As.

La Península ibérica, en el Parque Rosalía de Castro.

Una hermosa ruta, tranquila por sus bosques de ribera, y cuya precaución a destacar, van desde cruzar la carretera, hasta los tramos de pasarelas de madera, bastante estropeadas, porque por lo demás, es un lugar maravilloso, para perderse.

 

 


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