- Las salinas de Carcaballana y los Hornillos de Villamanrique de Tajo

 

Track del recorrido.

El Camino Natural del Tajo.

Esta vez nos toca descubrir, Villamanrique de Tajo, por donde recorreremos, las rutas más destacables del municipio. Dejamos el vehículo, en la cercana área recreativa de Las Cuevas (Ahora Cerrada). Y empezamos con la primera de las 3 rutas, que llevaremos por el entorno. La primera de ellas, nos lleva a la Reales Salinas de Carcaballana, a unos 5 km del pueblo. Estas salinas comenzaron a explotarse, sobre el siglo XVI, en cuyos tiempos la Sal era un condimento muy valioso, es más, en el siglo XX, la mayoría de las sales de baño del país, salían de esta mina. Desde el área recreativa, seguimos por la av. de la Playa hacia la carretera M-319. Un tramo que iremos por el arcén de la misma, hacia el Sur. Cruzamos el puente sobre el río Tajo y nos adentramos en su vega. Amplios campos de cultivo, destacan a nuestra mirada, mayoritariamente de maíz y cebada, de cebollas, espárragos, frutales como los melones y de verduras, principalmente.

Por Villamanrique de Tajo.

Por el camino, hacia la carretera.

Su antiguo puente de hierro, que atraviesa el río Tajo. Retrocedemos y cruzamos el puente de la carretera.

Llegando desde la carretera, al camino de las Salinas.

Abandonamos la carretera, por un camino que sale a nuestra izq. el camino de Buenamesón. La ruta nos acerca ahora, a las antiguas instalaciones de las Salinas de Carcaballana, una finca privada, la cual bordeamos, paralelos al vallado perimetral. Una vez llegados al Barranco de la Higuera, ascendemos el mismo, paralelos al vallado, para llegar al camino que nos va a dejar en la propia mina. El barranco parece un río, con su propia cascada, pero de Sal. Las anteriores borrascas, se han dejado notar por la zona, y le da un aspecto a la mina espectacular, que te transporta a paisajes de otros mundos. La bocamina, conocida como la Cárcava, esa taponada por la sal. Un manantial, viviente, donde fluye la sal hacia el barranco. Retrocedemos y desandamos nuestro camino, llegando nuevamente a Villamanrique del Tajo.

Camino de las Salinas.

Camino de las Salinas.

Camino de las salinas, llegando a las antiguas instalaciones. La cual se bordea por camino por la izq.

Saliendo del tramo sucio, para coger el camino directos a la mina.

Camino de la Mina de la Cárcava.

Por el interior un río de Sal fluye por el Barranco.

A cual cascada, precipitándose al barranco.

Interior del Barranco, cerca de la Bocamina.

Cruzando por el mismo río de Sal.

Que cambia de color, cuando el Sol incide sobre la misma, mientras me adentro por la profundidad de su cañón.

Recorremos el pueblo, ascendiendo hacia el cementerio, en dirección Norte, en busca de nuestra segunda ruta. Conocida como Los Hornillos. Sobre el monte, una masa forestal de pinares alberga la antigua explotación yesífera, circundada por varios hornos naturales, para la elaboración del yeso. Seguimos recorriendo, sus caminos y llegamos a un mirador natural, con una amplia panorámica sobre el pueblo y la vega del tajo. Descendemos, hacia la entrada de Villamanrique, en la rotonda de la Llave del Tajo. Regresamos hacia el área recreativa y después de despedirme de Carlos y Dani, me quedo realizando la última de sus rutas, el paseo fluvial botánico del rio Tajo.

De regreso a Villamanrique, el río Tajo.

En dirección Norte, hacia el monte de los Hornillos.

Ruta de los Hornillos.

Panorámica de Villamanrique de Tajo y su vega.

Los Hornillos yesíferos.

De amplio campos verdes.

La Llave del Tajo.

Un recorrido por camino, por la ribera del río, con una gran y variada flora, destacando, los sauces, olmos y chopos, que comparten su ecosistema con arbustos como carrizos y juncos. Un relax para la vista y las piernas, pensaba mientras caminaba por su ribera, contemplando sus sotos de álamos blancos, su pequeña reserva de tarayes, por un rio cargado de vida, donde las aves acuáticas, surcan sus aguas. Un pequeño mirador de aves, permite a sus visitantes contemplar las ánades y garzas reales y las fochas comunes, que se dan por el entorno natural, al cabo de 2 km aprx, retrocedo y regreso al aparcamiento, dando por finalizada, una buena jornada, de gran interés geológico, natural, histórico y aventurero, como siempre.

Senda Botánica del Tajo.

Senda Botánica del río Tajo.

Senda Botánica del rio Tajo.

Un día ideal, para pasear por su ruta fluvial.

De regreso, después de una jornada redonda, cargada de actividad.