miércoles, 29 de diciembre de 2021

- Desfiladero del Pedroso.

 


Track del recorrido.

Camino de Guadalupe.

Info de la ruta del desfiladero.

De nuevo por la provincia toledana, me he acercado a visitar uno de sus pueblos más ilustres, como El Puente del Arzobispo. Un pueblo medieval, donde se conservan vestigios de la arquitectura gótico-mudéjar, sus casas populares de carácter manchego, su rica cerámica, que hacen del pueblo uno de sus grandes atractivos, pero es sin duda su glorioso puente, el emblema y la esencia vital, que mas fama aporta. Construido en el siglo XIV, sobre el río Tajo y bien conservado, permitió facilitar el paso desde Castilla la Mancha a Extremadura y Portugal.

Después de recorrer sus calles, me dirijo a conocer los Molinos de Santa Catalina. A simple vista recuerda a una fortaleza, erigidos entre los siglos XII al XV, sobre una base de granito con mortero de cal, con varias dependencias. Esta serie de molinos harineros, con varias y enormes ruedas de molienda, eran de los más veloces y resistentes, a las orillas del río Tajo. Hoy en día están abandonados, pero por fuera se conserva la estructura, que siglos atrás les dio gloria. Cruzo el Puente sobre el Tajo, con precaución, por la circulación de vehículos, que esta regulada con semáforos, para cambiar a la otra orilla, donde da comienzo la ruta. Un punto de encuentro, para proseguir el camino de Guadalupe en Extremadura. Hay que seguir el camino, que va paralelo al río Tajo, para proseguir por la senda que lleva al desfiladero del Pedroso. Aunque no esta indicada en sí, no tiene perdida, al ser una ruta de fácil seguimiento.

Recorriendo el entorno fluvial del río Tajo.

Para descubrir los Molinos.

Zona superior del entorno de los molinos.

Entrada a los molinos, donde hubo también varios almacenes.

Molinos de Santa Catalina.
El Puente del Arzobispo.

El río Tajo.

Una mirada hacia el Pueblo.

Pequeña área recreativa y punto de encuentro del camino de Guadalupe.

Camino de Guadalupe.

Comienzo de la ruta hacia el desfiladero.

Cruce de caminos, hay que seguir por el de la derecha, paralelo al río Tajo.


Por senda ahora, con vistas al río Tajo.

Pequeña vereda, que sale de la senda principal, hacia el desfiladero del Pedroso.

Un desvío, por una trocha indicada con hitos, me acerca a la profundidad del desfiladero. De gran valor geológico, sus formaciones graníticas en formas de diques y fracturados a lo largo del recorrido, proceden del magma que ascendió del centro de la tierra. Durante millones de años, el agua del arroyo del Pedroso que dio forma al desfiladero, formó, algunas cascadas y marmitas, por su interior hasta desembocar en el río Tajo. Desde lo alto del desfiladero, se observa una magnifica vista, de la fragmentación perpendicular del granito y del efecto erosivo del arroyo. Descendiendo por su pequeña vereda, se observa la cascada del Pedroso. Voy a profundizar más, internándome por el interior del cañón, y observar tanto la cascada, como una perspectiva general del encajonamiento rocoso. Aclarar, antes de nada, que descender a pies de la cascada, es un destrepe, con algún tramo mas expuesto, por donde hay que ser precavidos, donde se ponen los pies y las manos. Avanzar por las enormes rocas que surcan el arroyo, un tanto de lo mismo, hay que ser igual de cuidadosos, ya que algunas resbalan bastante. De hecho, cuando el caudal del agua es mayor, no se puede progresar por el arroyo.

Desfiladero del Pedroso.

Descendiendo al desfiladero.

Hacia la cascada.

Vistas del arroyo saliendo del desfiladero.

Saltando entre las rocas, hacia la cascada.

Cascada del Pedroso.

Cascada del Pedroso.

Una mirada, hacia la salida del desfiladero.

Desde arriba del desfiladero, se observa la cascada, sin ser necesario bajar a la misma. Después de estar un rato por el desfiladero, retorno y asciendo al inicio del desfiladero. Prosigo nuevamente, por su senda, hacia otro desvío por vereda, marcada con hitos, para ver las ruinas del Molino del Pedroso. La senda original, se pierde entre fincas, en el paisaje serrano de carácter mediterráneo, destacando las encinas y olivares. Su fauna característica, la forma sus corzos, ciervos y jabalíes, aves como los arrendajos, ruiseñores, halcones peregrinos, alimoches…

Curiosidades del entorno.

Desfiladero del Pedroso, hacia su inicio.

Vereda que desciende a orillas del arroyo y del molino.

A puertas del desfiladero.

Restos del molino del Pedroso.


La senda continua y se pierde entre fincas privadas.

Desando el recorrido hacia El Puente del Arzobispo, y desde ahí me acercaré al pueblo de Valdeverdeja, para preparar una ruta, que realizaré mas adelante. 

Mientras regreso al Puente del Arzobispo, tengo unas vistas privilegiadas de la sierra de Gredos y del Pico Almanzor.

Los Molinos desde la otra vertiente del río Tajo.

Llegando al pueblo.

Y despedirme, del pueblo.... 

Me quedé con ganas de conocer el Yacimiento de las Ciudad de los Vascos, una madina Andalusí del califato de los Omeyas. Pero solo se abre los sábados al público, y desde mediados de mayo hasta finales de enero, los demás meses permanece cerrado.






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