- Tielmes y las Aguas de Carabaña

Track del recorrido.

Rutas por su entorno.

Nos hemos acercado, a recorrer la vega del Tajuña, por tierras de Tielmes y descubrir, el antiguo pasado, de las aguas de Carabaña. Esta ruta, da comienzo en el mismo pueblo, y hasta el antiguo balneario de Carabaña, no tiene perdida. El primer tramo, transcurre por el arcén de la carretera M-228 que lleva al pueblo de Villarejo de Salvanés. Cruzamos su antiguo puente de piedra, sobre el río Tajuña del siglo XVII en cuyas cercanías hay un área recreativa. Seguimos por la carretera, un corto tramo, para desviarnos a la vía verde del Tajuña, en el cruce donde esta la ermita de San Isidro. Nada más comenzar nuestra andadura, por la vía verde, a nuestra derecha, donde está el club hípico Los Álamos, se observa una pista de tierra, que será nuestra ruta de regreso. Proseguimos por la vía verde hasta las indicaciones que llevan al Balneario de Carabaña. De uso agrícola, la amplia vega del Tajuña, de cultivos de secano, hortalizas y frutales comparte el ecosistema de ribera del río, con especies de álamos, chopos y olmos, en contraste con el monte que la circunda, de arbustos y encinas. Al lado de la vía verde, se encuentra la ermita de los Niños Santos Justo y Pastor, nacidos en Tielmes. Hay una ruta, con carteles, que, de manera circular, te descubre estas tierras, y la cual recorreremos en parte.

Saliendo de Tielmes.

Río Tajuña.

Su puente de Piedra.

Desvío hacia la Vía verde.

Vía verde y ruta hacia la Ermita de los Niños Santos.

La historia y posterior leyenda sobre los niños, forma parte de la devoción cristiana y cultural, de varios pueblos. Fueron tiempos confusos, el inicio del cristianismo en la Hispania Romana, en sus inicios, los romanos, perseguían y daban muerte, el nuevo culto. Sobre estas tierras, la urbe romana de Complutum (Alcalá de Henares), estaba a finales del siglo III, bajo la dirección del pretor romano, Daciano. La gran urbe, estratégicamente situada, dominando el valle de Henares, y cuyos orígenes se remontan al siglo I. Era una arteria principal del itinerario de Augusto, una de las principales vías que recorría Zaragoza, Toledo y Mérida. Hoy en día, su antiguo pasado romano, es visible recorriendo las calles de Alcalá de Henares. A pesar de los pequeños momentos que duró la paz, entre los romanos y cristianos, bajo el edicto de Diocleciano, comenzó una nueva era de persecuciones. Los niños con 9 y 7 años, abrazaron la fe católica, y arrojaron sus tablillas de escritura, en la escuela y fueron a ver al pretor romano. En presencia del pretor, ambos niños se mostraron firmes en su religión, el pretor primero intento convencerles, con regalos, no consiguiendo doblegarse, les mando azotar y finalmente fueron degollados a las afueras, en el campo laudable. Según la leyenda, la piedra donde se arrodillaron se ablando, y una música celestial recorrió todo el campo y a los presentes, con extrañas visiones. El pretor asustado, abandono Complutum, al día siguiente. Históricamente, después del martirio de los niños, la urbe romana, fue abandonada y con el tiempo, se construyeron las primeras casas de Alcalá de Henares. La historia del martirio de los niños, recorrió la península, y es fácil encontrar referencias y edificaciones entorno a los niños, por la península, y otros países como Portugal e Italia. Entre otras cosas, porque sus reliquias, viajaron a diferentes lugares, y no fue hasta el reinado de Felipe II, cuando los restos vuelven a Alcalá. Dejamos atrás la historia de estas tierras y nos acercamos al desvío que nos llevara al Balneario de Carabaña.

Ermita de los Niños Santos Justo y Pastor.

Antes nos acercaremos a la antigua central eléctrica de Chavarri, que suministraba la energía a las diferentes instalaciones que había por la zona, desde la embotelladora, la estación del ferrocarril, etc.…Hay muchas zonas de Madrid ricas en sales, con numerosos manantiales y salinas, bien lo sabía los lugareños, desde tiempos inmemorables. A finales del siglo XIX, el farmacéutico del pueblo (Ruperto Jacinto Chávarri), mando a analizar el manantial que brotaba en el cerro de Cabeza Gorda. Y en un corto espacio de tiempo, lo que empezó con una pequeña fábrica, acabo siendo un conglomerado industrial de alcance internacional, con la venta de las botellas y garrafas de agua de Carabaña. En el siglo XX, no había casa alguna, que no tuviera alguna de estas botellas minero-medicinales, era el agua mas vendida de España, y de ahí también salieron las sales y jabones, ampliando la gama de productos por todo el mundo. Mas tarde, se construyo el Balneario y un hotel, pero las crisis posteriores, acabaron hundiendo, tanto sus conocidas aguas como su hotel-balneario. En la actualidad, una empresa china, anda detrás, para adquirir las instalaciones y darle un nuevo empuje.

Un recorrido, que nos da para ver muchas cosas, la central eléctrica cerrada, nos da una visión del auge industrial de aquella época, hay restos de maquinas embotelladoras, por los alrededores. Las instalaciones, que recorre el camino de acceso público, están también guardadas, hay vigilancia por todo el entorno. Seguimos ahora, el camino que nos acerca al Hotel-Balneario de Carabaña. Desde aquí se sacaba el agua, de diferentes pozos, como la Favorita, Cabeza Gorda, San José, etc.…Durante la guerra civil, la jefatura del Estado Mayor de la 18 Brigada, fijó su posición en sus inmediaciones, aun quedan restos visibles de aquellos tiempos.

Por la vía verde.

Con vistas hacia la ribera del río y los campos de cultivo.

Inmensos por momentos.

Dejamos la vía verde, y por camino, nos acercamos hacia la central Eléctrica de Chavarria.

La central y restos del sistema de embotellado.

Retrocedemos por el camino, para proseguir hacia el Balneario.

Ascenso al Balneario-Hotel de Carabaña.

Un camino amplio, entre su barranco.

Recorremos, el Balneario, los restos de la guerra y uno de los guardas, nos relata, la historia del manantial y del balneario. Hay numerosas casas de guarda, y tomamos el camino, que nos lleva a la casa del encargado, coincidente con la ruta de los niños Santos. Desde dicha casa, hay una amplia vista de los alrededores del Balneario, y seguimos nuestra ruta, ascendiendo a la gran antena de telecomunicaciones. El tramo por senda, entre el monte de encinares, coge bastante desnivel entre la variada flora de arbustos que habitan el paraje natural. Para ascender a las inmediaciones de la gran antena, hay dos opciones, la más fácil, atrochar monte arriba por los espacios mas abiertos, o rodear un campo de Olivos, para coger la pista de tierra que lleva a las instalaciones.

Puesto del Estado Mayor, refugio, telecomunicaciones...

Hotel Balneario de Carabaña.

Desvío de caminos..

Casa del encargado.

En la Marañosa, destaca la gran antena de Telecomunicaciones.

Por la senda de los niños santos.

Nos adentramos en su monte de encinas y arbustos.

Salimos a la pista, que nos lleva a las instalaciones de la antena.

Antena de Telecomunicaciones.

Atrás dejamos la antena, adentrándonos en el interior del monte de la Marañosa, inmensos cultivos de olivos no salen al paso por el camino, nuestro objetivo la cima del monte, el Horcajo.Al vértice geodésico, no hay ninguna indicación, ni camino que llegue hasta ahí, además esta semi culto por la vegetación. Desde su cima, hay una amplia panorámica de la Vega del Tajuña y sus campos, tampoco hay que descuidarse por sus alrededores, una zona barrancosa, de varios cortados, por los que hay que transitar con cuidado.

Dejando la antena atrás..

El vértice geodésico de El Horcajo.

El Horcajo 781 m.

Vistas hacia la amplia vega del Tajuña.

Pequeños miradores naturales, entre sus cortados.

Dejamos atrás la cima de El Horcajo (781 m) y nos dirigimos al camino del llano de las Cabras, que nos llevara hacia Tielmes. Antes de descender, un mirador natural del pueblo, nos servirá para quedarnos a comer y disfrutar de sus vistas. Un camino, que nos dejara, en las cercanías de sus instalaciones deportivas y regresar a Tielmes.