domingo, 11 de septiembre de 2022

- La Cascada y Poza de Canseco.

 


Track del recorrido.

Panel Informativo del Entorno.

Curiosidades.

Panel Informativo del Entorno II.

Me he llevado a unos familiares, a recorrer un paraje escondido del valle del Alto Torío. Al Norte de la montaña central leonesa, se encuentra la reserva de la biosfera de los Arguellos, donde se unen los valles del Torío, Bernesga y Curueño. Desde muy antiguo, hay restos de su pasado neolítico, a posteori tribus celtas, astures, cántabras, hasta la llegada de los romanos a la zona. Estos valles profundos, atraen a numerosos turistas, a adentrarse a descubrir sus desfiladeros, cuevas, cascadas y pueblos de montaña, de gran atractivo rural y paisajístico. Remontar el río Torío, desde Matallana de Torío, te acerca a su pasado minero. Se puede recorrer la vía verde de su tren minero, la Vía Bardaya, adentrarse al Faedo de Orzonaga (un hermoso pueblo leonés), descubrir las hoces de Vegacervera, un reclamo para los escaladores, entre sus verticales paredes de caliza, conocer la cueva de Valporquero, la cueva de Llamazares, minas como la Profunda, la de la divina Providencia, el Hayedo de Canseco y su cascada, la cascada de Nocedo, Valdorria, las cascadas de Faro, las hoces de Valdeteja…

Hablando de Valdeteja, sus hoces y entorno natural, asombraron a Viggo Mortensen, por ser Valdeteja la cuna del Capitán Alatriste, de los tercios de Flandes, un paraje que eligió para el rodaje de la película.

Los Arguellos, uno de esos lugares de nuestra tierra, que hay que conocer una vez en la vida. Todos los años, me adentro por la carretera que une ambas hoces, y busco lugares recónditos para aventurarse a recorrerlos. No conocía el pueblo de Orzonaga, y decidí visitarlo, me llevé una grata sorpresa, sus calles de casas empedradas y adornadas, que la hacen visualmente un pueblo bonito y agradable, para conocer. Tiene algunas rutas por su entorno, pero es su Faedo (Hayedo), su principal atractivo, sobre todo para sumergirse por el bosque en la época otoñal. 

Conociendo Orzonaga.

Su pasado minero, Orzonaga.

De antiguas vagonetas.

De bancos gigantes.

De caminos y rutas.

De un pueblo engalanado, dando vida a viejos bidones, botellas y ruedas.

De formas curiosas.

Que muestra su pasado industrial.

Recorriendo sus calles.

Su parque y pequeño Hórreo.

Atrás dejo Orzonaga, remontando el valle por carretera, desde la cual se observa la vía Bardaya, que recorrí tiempo atrás, adentrarse por las hoces de Vegacervera, es un espectáculo para la vista, los sentidos, ese magnetismo que siempre atrae. A un lado se deja el desvío a la cueva de Valporquero, imprescindible visitarla, he estado muchas veces, conocer sus galerías, salas como las pequeñas maravillas, la Gran Rotonda, la Gran vía, las Hadas, una cueva muy recomendable. 

En las cercanías de la vía verde Bardaya.

La entrada a las hoces de Vegacervera.

Un paraje natural excepcional.

Ascendiendo por la carretera el valle, nos desviamos al pueblo de Canseco, por su carretera estrecha, su Foz de piedra, un angosto desfiladero, que a modo de puerta se abre al valle, para descubrir su solitario pueblo, en un paraje natural envidiable. Un pequeño aparcamiento, al lado de su ermita, la de San Roque, será el inicio de esta ruta.

Ermita de San Roque (Canseco).

Conocido también es su hayedo, y nuestra andadura, dejando la fuente del pueblo a un lado, salimos Norte, a coger un amplio camino, a la izq, que nos acerca a los campos y pastizales cantábricos. El monte bajo, caracterizado por sus arbustos y matorral, de escobas, piornales, enebros, algún zarzal, nos encamina al valle de Cansequillo. Una senda ancha, desciende entre los campos, marcado con un hito de piedras, para acercarnos al salto de agua de la Poza de Canseco. Un buen lugar para hacer una parada y darse un baño, entre las aguas del río de Torío (No confundir con el río Torío). La poza de los atrevidos, bien conocidas son sus aguas, por ser estas bien frías. 

Fuente de Canseco, la cual bordeamos, para ascender calle arriba.

Camino que nos acerca a la Poza y la Cascada, en el Valle de Cansequillo.

Entre sus campos de pasto.

Desvío, a la Poza de Canseco.

Poza de Canseco.

Y refrescarse en sus aguas.

Retrocedemos por la senda, hasta el cruce y seguimos en ascenso, para conocer su cascada. El camino en dirección Norte, nos enseña la amplitud de su valle, al fondo sale el valle de Murias, a faldas del Pico Huevo, en la cercana Asturias. Otra senda, nos sale al paso, para descender a la Cascada de Canseco o de la Fervenciona  y su profunda poza, donde nos quedamos un rato. 

De nuevo por el camino principal, dejando a un lado un depósito de agua.

Ascendiendo por el valle, entre el monte bajo.

Desvío, por senda a la Cascada.

Cascada de Canseco.
              

Otro hermoso lugar para refrescarse.

Donde solo se respira la tranquilidad, que el medio natural nos brinda.

Desandamos el camino hacia Canseco, con vistas a los montes Bodón, la Sierra Mediodía, y una ruta que asciende a uno de los Picos más conocidos de Canseco, el Pico Morala de 2.141 m, y divisoria de varias sierras y valles, entre grandes panorámicas.

 

Regresando a Canseco.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.