- Las Lagunas de Cantalejo.

 

Track del recorrido.

Plano de Turégano.

Lagunas de Cantalejo I.

Lagunas de Cantalejo II.

Que tiene la primavera, que te levantas con más energía, con esa sensación de comerte el mundo, y hasta te ves más joven, aunque sea por dentro, jajaja. Algo de razón se tiene, cuando se dice que la primavera la sangre altera, pero también es el momento en el que hacemos planes, damos formas a las ideas, proyectos…

Me he dirigido a la provincia segoviana, primero para descubrir uno de sus pueblos más bonitos, como Turégano y seguidamente conocer unas singulares y únicas lagunas, que se dan por las condiciones geológicas del terreno, como son las Lagunas de Cantalejo, con mas de una veintena de ellas, esparcidas entre el valle del río Pirón y Cega. El recorrido urbano de aprx 3 km, me lleva a sumergirme, por su gran pasado, una villa episcopal, destacando su Castillo con la iglesia en su eje central, la iglesia de San Miguel del siglo XII-XIII. Su icónica plaza, la de los 100 postes, o la de España como se la conoce en la actualidad, y pequeños rincones, de tiempos lejanos.

Castillo de Turégano.

Vistas de Turégano.

Iglesia de San Miguel, integrada en el Castillo.

Monumento a la tauromaquia.

Su antigua fábrica de harinas.

Su plaza monumental.

Dejando atrás esta hermosa villa medieval, sigo mi rumbo al cercano pueblo de Cantalejo, para aventurarme por sus lagunas. Estas están formadas por un amplio sistema de dunas fósiles, entre el manto verde de los pinares resineros. Estos humedales, forman un conjunto natural de gran belleza, actualmente protegidas, que esconden un rico ecosistema fluvial, en donde abundan numerosas plantas acuáticas, destacando el carrizo, los nenúfares, juncos, etc. Una rareza de planta, que se da por el entorno es el Apium repens, próxima a las lagunas y prados inundados. La variedad de especies de insectos, anfibios, reptiles y roedores, hacen de su entorno un habitad ideal, para las numerosas aves acuáticas, que se dan cita, entre las lagunas. Destacan especies como: Garzas reales, Grullas, Cigüeña Negra, Focha Común, Ánades Reales, Garcetas, Gallinetas, Somormujos, etc. La arboleda representativa del medio es el pino resinero o rodeno, y entre sus troncos, es fácil ver, los característicos cortes, por donde resbala la resina, para recogerse en recipientes adosados al tronco, sobre todo a mediados de marzo. De la resina, se pueden obtener infinidad de productos, tanto para la preparación de lacas, ungüentos, bálsamos, como para la elaboración de pinturas, barnices, lubricantes, betún, etc.…Entre sus ramas y copas, ofrecen refugio, para otras especies de aves, como son las rapaces, desde el milano real, águila culebrera, el azor, hasta los grandes mamíferos del medio, como los corzos, jabalíes y con mayor frecuencia el lobo.

Hay dos circuitos, identificados y guiados por las lagunas, y ambos con su propio aparcamiento señalizado. El primero de los circuitos, parte desde su aparcamiento hasta el observatorio de la laguna de Navalayegua, de 4 km aprx. Y el segundo de los circuitos, más alejado y accesible por otra carretera, el de las Lagunas de la Muña y la de Navahornos, de 2 km aprx, también con su respectivo aparcamiento. También puede llevarse a cabo, una ruta prolongada, para observar mas lagunas, por camino, que es la ruta que os voy a comentar.

Voy a describir primero la ruta circular de 10 km, que me va a permitir recorrer 9 de sus lagunas, partiendo desde el centro forestal, en las cercanías de la ermita del Pinar. Para conocer las lagunas, a la salida del pueblo de Cantalejo, hay que seguir por la carretera indicada a las lagunas. A la altura de la ermita, sale un camino que se dirige al aparcamiento de la ruta oficial y señalizado de las lagunas. Yo comenzaré el recorrido, desde el centro forestal, andando ese camino, ya que se pasa al lado de tres de sus lagunas. Entre sus campos, destacan la Laguna China, seguidamente la de la Laguna de Sotillos Encimeros y la Laguna de Los Pollos, en la vertiente contraria. El camino termina en el aparcamiento de las lagunas, con un panel informativo de las mismas, e indicadores de la dirección a seguir.

Dejando atrás la ermita, se sigue por camino hacia el inicio de las Lagunas.

Entre sus pinares resineros.

Un pequeño banco a la sombra del pino.

Primera de las lagunas, la Laguna China.

Laguna China.

La segunda, es la de los Sotillos Encimeros.

Y la tercera, la Laguna de los Pollos.

Llegando al aparcamiento oficial, de las lagunas de Cantalejo.

Siguiendo las indicaciones, entre sus pinares y sus arenales de dunas inactivas, me acerco al mirador de aves, de la laguna de Sotillos Bajeros. Una laguna grande, entre sus plantas y aves acuáticas, que rompen el silencio que se respira por el entorno natural. Siguiendo el camino, con postes identificativos de la senda de las lagunas, se llega a un cruce indicado, cuyo rumbo me lleva al mirador de Navacornales. Un panel ilustrativo, informa a sus visitantes, del aprovechamiento que las lagunas han tenido, tanto para la cría de peces, ganado y de turba. En unos humedales ideales para las aves migratorias, aun así, no todas llegan a tener agua, pues dependen de la fragilidad del clima que se da a lo largo del año, unas precipitaciones a veces escasas, que hacen que algunas de sus lagunas, se muestren secas en la época veraniega. Para mantener con agua, algunas de las lagunas, se hizo una serie de actuaciones, para llevar agua a las mismas y conservarlas de manera permanente. Desde el mirador se puede retroceder y seguir el camino oficial, o recorrer el entorno, hacia un pequeño refugio y una serie de prados inundables, que, por camino, me acerca nuevamente al circuito oficial. Una serie de indicaciones, por la senda de Navalayegua, me lleva al observatorio de aves de su laguna, la Laguna de Navalayegua. Un humedal, mas escaso este año, de echo la vi reducida a la mitad, y donde la ruta oficial termina. 

Con indicaciones en su recorrido.

Llagando al observatorio de aves, de la Laguna de Sotillos Bajeros.

Aves del entorno.

Laguna de Sotillos Bajeros.

Laguna de Sotillos Bajeros.

Laguna de Sotillos Bajeros.

Laguna de Sotillos Bajeros.

Siguiendo el camino de las lagunas.

Con cruces bien definidos.

Mirador y Laguna de Navacornales.

                                                                Laguna de Navacornales.

Refugio.

Sus humedales, entre el pastizal.

De prados inundables.

Observatorio de Aves de la Laguna de Navalayegua.

Aves de su entorno.

Laguna de Navalayegua.

Prosigo el camino que bordea la laguna, para descubrir algunas de sus lagunas mas próximas, como la Laguna de Navalagrulla, la Laguna Cerrada y la Laguna de Matisalvador, todas indicadas con un poste, que las identifica. Desde su entorno, entre la variedad de caminos, sin indicación alguna, se puede dar con las lagunas de Navaelsoto, la de Navahornos y la de la Muña. Sin embargo, retrocedo por el camino en dirección opuesta, hacia la planta de transferencia alimentaria. Se cruza la carretera y se prosigue el camino, que llega al camino de origen de las lagunas. Desde ahí retornar a la ermita, origen de la ruta.

Laguna de Matisalvador.

Laguna Cerrada.

Dejando atrás la laguna cerrada, se retrocede por una amplia pista, hacia una planta de transferencia alimentaria.

Hacia la planta. Se deja a un lado y se llega a la carretera que viene de la ermita.

Las ultimas lagunas, me acercaré con el vehículo, por la carretera, SG-205 y comenzar su recorrido desde el aparcamiento habilitado para ello. Lo hago así, ya que me viene bien, para explorar otros lugares, que hay por su entorno.

Aparcamiento II, de las Lagunas de Cantalejo, Navahornos y la Muña.

Hacia la Laguna de Navahornos.

Tercer observatorio de aves.

Laguna de Navahornos.

Laguna de Navahornos.

Y seguir a la Laguna de la Muña, indicada.

Laguna de la Muña, invadida por el carrizo.

Una ruta ideal para tod@s, de fácil recorrido, que invita al paseo y a descubrir unas lagunas, entre sus prados verdes y pinares, y observar a la diversidad de aves acuáticas, que se dan lugar por el entorno y paisaje natural.