- Las Cascadas del Purgatorio, Rascafría.

Info del entorno.

Plano de Rascafría.

Entorno del Valle.

Track del recorrido.

Uno de los rincones mágicos de nuestra sierra madrileña, es Rascafría. Un entorno con numerosas rutas naturales, destacando entre todas, las Cascadas del Purgatorio.

Nosotros las recorreremos desde el mismo pueblo, para acercarnos a conocer el bosque finlandés, el lago, el Puente del Perdón, las Presillas, las Cascadas del purgatorio al completo, el arboreto de Ginés de los Ríos y el paseo fluvial del río Lozoya. Una bonita aventura, cargada de gran belleza natural e imprescindible de conocer, una vez en la vida.

Comenzamos nuestra andadura, por el casco urbano, paralelos al arroyo del Artiñuelo y cruzar el río Lozoya por un puente cercano al molino de Briscas. El camino paralelo al río, nos acerca a la historia del pueblo y su valle, antiguamente, se erigía el antiguo molino papelero de la Cartuja del Paular. En el siglo XIV, este molino, conocido también como el de los batanes, se fabricaba de manera artesanal el papel, una de las múltiples labores que tenían los monjes cartujos del Monasterio del Paular. Entrado el siglo XVII, la calidad del papel que se obtenía del molino, fue tal, que la primera parte del Quijote, fue impresa en 1.604 con las hojas fabricadas por este molino. Desaparecido, aun se conserva el canal de agua y el pequeño lago, que abastecieron de su energía hidráulica aquellos tiempos. Este camino llamado de los batanes, del papel o de los cartujos, nos acerca a ese pequeño lago, con su propia historia.

Y fue, en los años 90, del siglo pasado cuando el protector del parque nacional de Guadarrama Juan Vielva Juez, viajero incansable, a su regreso de Finlandia, decidió, acondicionar el lago y la arboleda que lo rodeaba. Y desde Finlandia llegaron sus abetos formando junto a los abedules, un hermoso paisaje de cuento, conocido como el Bosque Finlandés de Rascafría. El Lago se extendió, y se realizo un pequeño embarcadero y hasta una sauna, en su caseta de madera. Un remanso de paz, para recorrerlo, por su senda circular.

El anciano de Rascafría.

Camino de la rivera del Artiñuelo.

Puente sobre el río Lozoya.

Puente de madera sobre el río Lozoya.

Río Lozoya.

Camino del Molino del papel, de los Cartujos, Puente del Perdón.

Restos del canal de agua del molino.

Camino del Molino del papel, de los Cartujos, Puente del Perdón, desvío al Lago.

Lago del Bosque Finlandés.

Lago del Bosque Finlandés, cabaña.

Circular, bosque Finlandés.

Dejando atrás el lago, llegamos al Puente del Perdón. El puente original, se construyó en el siglo XIV, en la línea de tiempo de la construcción del Monasterio del Paular por la orden de los Monjes Cartujos, salvando las aguas del río Lozoya. Entrado el siglo XVIII, se construyo un puente mas grande en sillería de granito, que es el que se conserva actualmente. Se le conoce con este nombre, debido a que en el mismo un tribunal juzgaba a los reos, donde se dictaba sentencia, si eran inocentes eran perdonados y si eran culpables, se les trasladaba a la casa de la horca. En sus cercanías esta el centro de visitantes del valle del Paular, con varias exposiciones permanentes de la naturaleza, el valle y su historia.

No seguiremos por el puente, pues nuestro recorrido, prosigue la ruta del GR10.1 al Puerto de la Morcuera y de las piscinas naturales de las Presillas. Las piscinas naturales, es un entorno ideal de esparcimiento y entretenimiento natural, con merenderos y baños a lo largo de sus tres piscinas con las aguas del río Lozoya, que se suelen llenar, de visitantes, durante la época veraniega. También, cuenta con un gran aparcamiento, desde el cual se puede iniciar la ruta, siendo el mismo de pago.

Desde las presillas se puede continuar la ruta por la pista o cruzando las presillas, por una pequeña senda, recorriendo el área recreativa, enlazando nuevamente con la pista.

Puente del Perdón.

Monasterio del Paular.

Río Lozoya.

Por pista asfaltada, hacia las Presillas.

Senda peatonal, alternativa hacia las Presillas.

Por senda, entre el robledal.

Área recreativa de las presillas.

Piscinas naturales.

Senda de las presillas.

Pista forestal, GR 10.1 al Puerto de la Morcuera.

Ascenso por el camino al Puerto y a las cascadas del Purgatorio.

El arroyo del Aguilón, se acerca al río Lozoya.

Pista forestal, GR 10.1 al Puerto de la Morcuera.

Un tramo ascendente, y guiado con postes con la dirección a seguir. En un cruce indicado tomamos el rumbo hacia las cascadas del Purgatorio, abandonando la pista que asciende al puerto de la Morcuera. Nos adentramos en la profundidad de su valle, en los montes de la Umbría, entre robledales y serbales, con los últimos coletazos de la estación otoñal.

Un descenso nos acerca al arroyo del Aguilón, el cual cruzamos por un puente. Un arroyo que nace en el cercano puerto de la Morcuera, formando las cascadas del Purgatorio y desembocando en el río Lozoya. La senda discurre paralela al arroyo, sorteando los diferentes obstáculos naturales que te puedes encontrar en el recorrido, desde raíces, troncos, rocas y pequeños puentes de madera, que salvan los arroyos de las laderas montañosas, en épocas de lluvias. La vegetación de ribera, es un mosaico de colores, con la estación otoñal y de gran valor ecológico y botánico. Conviviendo especies árboles de abedules, álamos, acebos, tejos, fresnos, arces, pinares entre las diferentes plantas arbustivas y aromáticas de helechos, brezos, cantuesos, rosales silvestres, etc.… Un rico habitad para su avifauna, como el picapinos, el Martín pescador, jilgueros, mirlos, cucos, águilas, buitres, halcones, etc. Un ecosistema cargado de vida, en el agua por sus peces, anfibios, reptiles y mamíferos como los jabalíes, corzos, zorros, ginetas, ardillas, gato montes y un largo etc.…

Robledal de la Umbría.

Puente sobre el arroyo del Aguilón.

Senda de las Cascadas del Purgatorio.

Una bonita senda de montaña, donde apenas se nota que vas ascendiendo aguas arriba, para descubrir las cascadas. Aunque su recorrido sombrío, te deleita con numerosos saltos de agua, hasta que poco a poco el valle se encajona entre las pétreas paredes de las Peñas del Purgatorio. Aquí se encuentra la primera cascada, con un mirador de madera, para contemplar un salto de agua de poco mas de 10 m de altura, la mas accesible y visitable.

Senda de las Cascadas del Purgatorio.

Arroyo del Aguilón.

Con pequeños y grandes saltos de agua, a lo largo del recorrido.

Las Peñas del Purgatorio.

Cascada Baja del Purgatorio.

Mirador de la Cascada Baja del Purgatorio.

Dejamos atrás la cascada baja, y comenzamos a subir primero por su canchal rocoso para llegar a un muro pétreo, por el cual treparemos (pasos de grado I) y alcanzar la cota superior de la cascada baja. Su dificultad es media, con sensación de vértigo y por el cual hay que progresar con cuidado, por el terreno agreste, y más si estuviese resbaladizo.

Observar desde la cascada baja, desde arriba, da una perspectiva diferente del entorno, una pequeña trocha paralelo al arroyo, nos descubre otros saltos, algunos más grandes que otros.

Ascenderemos un corto tramo, para descender nuevamente y contemplar su cascada alta y más grande de más de 15 m de altura. Este descenso, mas brusco y con más pendiente, también se realizará prestando atención al terreno y que el mismo no este resbaladizo.

Nos quedáremos unos minutos al pie de la cascada, para regresar por el mismo recorrido hasta el mirador de la cascada baja, y como no, con precaución al destrepar y progresar por el canchal de rocas.

Carlos en la trepada de grado I, hacia las cascadas superiores.

Recorrido por las cascadas superiores.

En la cascada alta y más grande.

Panorámica completa de las cascadas del Purgatorio.

Cascadas superiores.

Descendiendo por el canchal de rocas.

Nuestro retornar de manera lineal por la senda, lo cambiaremos al llegar al puente del arroyo del Aguilón. Vamos a descender por camino, por la vertiente contraria, atravesando primero una portezuela metálica, y proseguir por su hermoso bosque de robles, hasta las cercanías de las presillas.

Por la vertiente contraria, al arroyo del Aguilón.

El robledal.

El arroyo del Aguilón.

Por el camino en el robledal, ya cerca de las presillas.

Monasterio del Paular.

Antes nos quedaremos comiendo entre unas lajas de roca ideales para tumbarse, en la proximidad del arroyo del Aguilón. Llegados al Puente del Perdón, lo cruzamos para acercarnos a contemplar el arboreto de Ginés de los Ríos. Debo decir, que es imprescindible conocerlo, de acceso gratuito, te descubre una senda temática, que te embarca a conocer las diferentes especies arbóreas y vegetales de varios continentes, tanto de Europa, Norteamérica, Sudamérica y Asia, con sus mas de 200 especies de sus bosques.

Arboreto de Ginés de los Ríos.

Nuestro regreso a Rascafría, paralelos a la carretera general M-604, por trazado empedrado, nos descubre a modo de ruta fluvial, el río Lozoya, con pequeñas presas de agua, miradores, hasta llegar al pueblo de Rascafría, lugar de encuentro de rutas e historia.

Recorrido fluvial del río Lozoya, Rascafría.

Una de las mejores rutas que tenemos por nuestra comunidad de Madrid, y con diferentes planes y actividades por su valle, como conocer el valle de la Angostura.

Otras rutas por su entorno:

- Cascada Baja del Purgatorio.

- El Carro del Diablo y el Robledal del Horcajuelo.

- El Valle de la Angostura.

- En el siguiente link, podréis contemplar a todo detalle, el video que he realizado de esta ruta:

- Las cascadas del Purgatorio.

Un planazo natural, que no puede faltar en tu mochila montañera.