viernes, 6 de mayo de 2022

- Aranjuez su entorno natural y el Mar de Ontígola.

 


Track del recorrido.

Los caminos de Aranjuez.

Me he acercado a Aranjuez, a descubrir los numerosos secretos, que el municipio guarda. Y que mejor manera de empezar, con el recorrido de su senda fluvial.

En la época medieval, la ciudad se convirtió, en la residencia de descanso de la monarquía. Un auge, creciente desde el siglo XV, donde los sucesivos reyes, fueron ampliando el lugar, con diversas edificaciones y un palacio real. El Real Sitio, alcanzó su máximo esplendor, donde la corona, a parte de su retiro y descanso, disfrutaba de la caza y pesca, y de las distintas celebraciones y reuniones, que se realizaban. Desde el siglo XX, la ciudad, se abrió al turismo y ocio, y cuenta con visitas guiadas a sus numerosas edificaciones. Sus diferentes jardines, abiertos al público, te enseñan una amplia flora y arboleda, en la que conviven numerosas especies, en un habitad monumental, de gran atractivo paisajístico y visual. Es de esos lugares, que hay que conocer una vez en la vida, y por donde los fines de semana suele llenarse con facilidad, tanto por su riqueza arquitectónica, sus hermosos jardines y su amplia variedad gastronómica.

Desde Madrid, por la A-4, se sigue las indicaciones que llevan a la ciudad, tomando el desvío de la M-305, que te lleva a sus puertas. Al margen de la carretera hay aparcamientos, donde dejar el vehículo, y comenzar a recorrer, la ciudad. Mi ruta, me lleva primero a su senda fluvial, paralela al rio Tajo, y que se aleja de la ciudad, al Norte. Este tramo, te permite conocer la ribera y el entorno fluvial del río, por donde ver, a las numerosas aves acuáticas en las aguas del Tajo, o que te sorprendan a pies del camino. El río forma parte indiscutible de la historia de Aranjuez, dando forma al paisaje en una extensa vega, ligada a también al río Jarama, cuya desembocadura, se encuentra también a las afueras del municipio. La ribera influenciada, por el clima mediterráneo y por los niveles del cauce del propio río, son como manos escultoras, de su vegetación fluvial.

Un paisaje de olmos, álamos, tarayes, acompañados de formaciones arbustivas de saucedas a lo largo del cauce. Seguir su senda, te permite disfrutar de un paseo por la ribera del río Tajo, para llegar a un puente arqueado, que lleva a una de las entradas, al Jardín del Príncipe.

Senda fluvial del río Tajo, Aranjuez.

Senda fluvial del río Tajo, Aranjuez.

Senda fluvial del río Tajo, Aranjuez.

Senda fluvial del río Tajo, Aranjuez.

Durante numerosos años, el real sitio de Aranjuez, como área de recreo y descanso de las monarquías reales, también fue habitad de varias especies exóticas. Una de sus joyas fueron los dromedarios, ampliando las especies en torno a sus jardines y vega, con camellos. Durante el reinado de Felipe II, se daban avestruces, faisanes, pavos reales…Pero fue, con Carlos III donde cobro mas importancia. En su reinado se llegó a ver, elefantes, cebras, guanacos de chile, carneros de tafilete, etc.… Una colección zoológica, extendida a la mayoría de las monarquías europeas de la época. Llego a la puerta abierta, de la entrada Norte del Jardín del príncipe, con unas dimensiones de 150 hectáreas. Fue Carlos IV, cuando era príncipe, quien promulgo su construcción. Delimitado por el río Tajo, su riqueza botánica es excepcional, diseñado por Pablo Boutelou, jardinero mayor, introdujo numerosas especies exóticas, para crear un habitad de ensueño, de gran atractivo paisajístico, en conjunción con varias obras arquitectónicas de corte neoclásico, de Juan de Villanueva. Unos jardines del clasicismo y romanticismo, con numerosas especies arbóreas y flora, que cautivan a sus visitantes.

Hay varias fuentes monumentales, como la de Narciso y la de Apolo, y es su estanque el de los Chinescos, uno de sus rincones más hermosos. Te puedes perder una mañana, descubriendo cada rincón de su jardín, entre sus abetos del Cáucaso, especies de arces, castaño de indias, ailanto o árbol del cielo o de los dioses, madroños, abedules, boj, morera de china, uva de Oregón, nogal americano, calocedro, cedro del atlas, cedro del himalaya, almez del Mississippi, cipreses, así, daría para escribir más de un libro. A lo largo, de los caminos que se introducen por el Jardín, hay paneles ilustrativos, que te muestran sus especies arbóreas, algunas singulares. Un buen rato pase por el jardín, a primera hora de la mañana, para mi disfrute personal, con menos afluencia de gente. Te puedes acercar a ver el museo de las falúas reales, la casita del labrador, por su entorno natural. 

Jardín del Príncipe.

Entrada Norte, Jardín del príncipe.

El río Tajo.

Jardín del Príncipe.

Jardín del Príncipe. Fuente de Apolo.

Paneles informativos sobre las especies arbóreas del Jardín.

Jardín del Príncipe. Estanque de los Chinescos.


Jardín del Príncipe.


Jardín del Príncipe.


Jardín del Príncipe. Las Huertas, donde es habitual ver pavos reales.


Jardín del Príncipe. El huerto.


Jardín del Príncipe. El Mirador.


Desde el Mirador.

Jardín del Príncipe. Los Huertos.


Jardín del Príncipe.


Jardín del Príncipe.


Jardín del Príncipe.


Jardín del Príncipe.


Jardín del Príncipe.


Jardín del Príncipe. Un Platanero, Árbol singular.

Salgo por la salida sur, para recorrer las calles de la ciudad de Aranjuez.

Destacando: La casa grande, una corrala típica del siglo XVIII-XIX, con su patio interior y corredor, donde sus vecinos viven una vida comunitaria y mas estrecha. El Mercado de Abastos, La Iglesia de Alpajés, La Iglesia de San Antonio, La plaza de las Parejas, la Casa de Oficios y Caballeros, el Palacio Real, Teatro Real, entre otros…

Después de sumergirme por su recorrido urbano, desde el Palacio Real, me acerco al Jardín de Parterre, a orillas del rio Tajo. De acceso libre al igual que el cercano jardín de la Isla, este jardín adornado de estatuas, de influencia tanto mudéjar como italiana, es un típico jardín cerrado de la época de los Austrias. Con Felipe V, se realizo un diseño de estilo francés, con sus fuentes monumentales. El rio, canalizado hacia el Palacio, forma el conjunto del Jardín de la Isla. Con Carlos V, se diseñó un nuevo concepto de jardín de estilo italoflamenco, más cuadriculado, con ejes centrales a modo de plazoletas, con sus respectivas fuentes, todas ellas dedicadas a la mitología, como la fuente de Venus, la de Neptuno, la del dios Baco, la de Apolo, la de Hércules e Hidra…Integrados en un espacio natural de gran valor. 

Entorno Urbano. Iglesia de los Alpajés.

Entorno Urbano. Iglesia de San Antonio.

Entorno Urbano. Plaza de las Parejas.

Entorno Urbano. Plaza de las Parejas.

Entorno Urbano. Casa de los Oficios y de los Caballeros.

Entorno Urbano. Palacio Real.

Entorno Urbano. Palacio Real.


Entorno Urbano. Palacio Real.


Entorno Urbano. Palacio Real.


Jardín del Parterre.


Jardín del Parterre.


Jardín del Parterre.

    
Canal, que separa el Jardín de la Isla.
                        
Jardín de la Isla. Fuente de Hércules e Hidra.

Jardín de la Isla. Cascada de las Castañuelas.


Jardín de la Isla. Con especies de Flandes y Francia.

Jardín de la Isla. Obelisco de ladrillo, respiradero de las cañerías.

Jardín de la Isla. Fuente del Niño de la Espina.

Jardín de la Isla. Bancos de piedra de Sabatini.

                      

Jardín de la Isla. Fuente de Apolo.

                  

No termina aquí, mi recorrido por la bella Aranjuez, a las afueras, y menos conocido a sus visitantes, esta el Mar de Ontigola, cuyas aguas también se usaron, como una de las fuentes de agua, para los jardines.

Conocido como Reserva Natural del Regagal-Mar de Ontígola, esta gran laguna, que en tiempos remotos parecía un mar, es un enclave natural, de gran relevancia para sus aves acuáticas, sin embargo, este humedal, posee una de las reservas mas importantes del mundo de Lepidópteros. Y son sus mariposas, la que lo hacen esencial, pues es su ecosistema uno de los mejores del planeta. Se puede llegar desde Aranjuez, o desde un pequeño aparcamiento, al lado de la carretera que une Aranjuez con Ontígola (Toledo), por la TO-2542.

Donde dejo el vehículo, en el área indicada, para observar desde lo alto, la laguna, y descubrir, primero en su refugio, los cuadernos de campo, de las especies que habitan la reserva. Una senda, desciende a orillas de la laguna, que circunvala, para llegar al mirador del mismo.


Refugio informativo del Mar de Ontígola.

Mar de Ontígola.


Mar de Ontígola.


Senda fluvial.

Mar de Ontígola. Mirador.


Mar de Ontígola. Vistas desde el Mirador.

Aranjuez, un lugar ideal para perderse, de gran encanto paisajístico, arquitectónico e histórico.

Para conocer y saber más, este es el enlace oficial:

Jardines de Aranjuez.

 

 















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