domingo, 3 de octubre de 2021

- Pico Anayet.

 


Track del recorrido.


Medio donde se desarrolla la ruta.

Ubicación del recorrido.

Aclaración, sobre la altura del pico Anayet, actualmente en 2.574 m, según IGN.

Viernes 24 de septiembre, a las 4:00 a.m., pongo rumbo a Biescas, bajo el manto de la noche, por una A-2, por la que solo circulan los camiones. A las 8:30, estoy desayunando con dos amigos, en Biescas, planificando las actividades, que llevaremos por el valle de Tena, durante estos 3 días, según nos marque la meteorología.

Hoy hace un día radiante, y a pesar de no haber dormido lo suficiente, y conducir durante mas de 400 km, nos ponemos en marcha, para ascender el Pico Anayet.  Salimos de Biescas, por la A-136 hacia el Portalet. La ruta comienza, en el aparcamiento de la estación de ski del Anayet, también conocido como el corral de las mulas. El primer tramo, transcurre por la carretera de la estación (cerrada, cuando no es la temporada de ski), hasta llegar a las instalaciones a poco mas de 2,5 km. Una señal, marca la dirección a los ibones del Anayet, por el GR-11 a 3 km. Tomamos la senda del gr, guiado con las macas blancas y rojas, hacia el río del barranco de Culivillas. En el recorrido se observan pequeños saltos, y alguna que otra cascada, mientras ascendemos, por una senda cómoda, que nos acerca al interior del barranco. El barranco de Culivillas, es un libro abierto de su pasado geológico, de farallones rojizos, con afloramientos de rocas andesíticas, características del periodo Pérmico. La senda, con algún que otro repecho, nos cruza a la vertiente contraria del río, para llegar a su tapiz verde de los Llanos del Anayet. Un breve ascenso, nos deja en una de sus joyas ocultas, los ibones del Anayet. Pequeños lagos glaciares, asentados sobre la superficie volcánica, de la antigua caldera del Anayet. Hemos recorrido 5 km en aprx en apenas dos horas, disfrutando de la belleza natural, que nos brinda su paisaje. Las tonalidades rojizas del vértice del Anayet, el pitón volcánico del Pico Anayet, y la figura pétrea destacable, del Midi d’ Ossau. Una corta parada, para seguir por la senda, que nos acercará al collado que separan ambas cumbres, el vértice y el pico. 

Zona del corral de las mulas.

Primer tramo por asfalto, hasta las instalaciones de la estación de ski.

Por el GR-11.

Paralelos al río.

Cuya senda, gira a la derecha, para introducirse por el barranco.

Ibones del Anayet.

Para allí vamos, el Pico Anayet.

Panorámica de los ibones.

La ultima parte del ascenso al collado, se vuelve más pina, un tramo zigzagueante de fuerte pendiente, por su terreno rojizo. Desde el collado, las vistas que tenemos son grandiosas, hacia los ibones y los llanos del Anayet, las tonalidades verdosas en contraste con las rojizas del terreno, les dan un toque casi mágico a nuestras miradas. Seguimos la senda, que lleva al pico, bordeando primero su cresta, para pasar al otro lado y proseguir, por el terreno rocoso, que guían los hitos. El ascenso al Pico Anayet, tiene dos tramos bien diferenciados, el primero por una placa de roca tumbada equipada con una cadena. El paso expuesto y no aconsejable si padeces de vértigo, no lleva dificultad alguna, mas que seguir, trepando con la ayuda de la cadena. Lo siguiente, es un ascenso por el corredor, que te deja en la cima. Un corredor diagonal, por donde usaremos las manos para trepar, encajonado y de poca exposición. Sin embargo, hay que dejar la suficiente distancia de seguridad, para evitar la caída de alguna piedra, por lo descompuesto del terreno. Llegados a la cima, la panorámica, que tenemos es indescriptible en palabras. Desde el Midi d’ Ossau, el cual tenemos en mente, próximamente, macizos montañosos, como el Balaitus, el Palas, el Arriel, Garmo Negro, Peña telera, etc. Un momento inolvidable, y gratificante, de gran belleza. Con precaución descendemos el corredor y el paso de las cadenas, por la cual se desciende, igual de cuidadosos, ya que es peor su bajada. 

Hacia el collado del Anayet.

Un tramo, de fuerte pendiente.

Desde el collado, el increíble paisaje, hacia los ibones y los Llanos del Anayet.

Encaminados hacia la cresta, con el Midi asomándose.

Bordeando la cresta por la senda, llegamos al tramo de ascenso final a la cima.

Parris y Juan, en el paso de las cadenas.

Juan, por el corredor.

Seguimos ascendiendo el corredor.

Cima del Pico Anayet.

En la cima del Anayet.

El Midi d' Ossau, espectacular, en breve nos vemos.

Vistas desde la cima.

Llegados al collado, miramos la hora, y decidimos no ascender al vértice, si queremos llegar a comer a Biescas. Una de esas rutas, míticas que hay que hacer si o si, en la vida, porque a nivel paisajístico, es envidiable. Ya en Biescas, nos juntaremos un grupo de siete amig@s, para seguir con más actividades.






2 comentarios:

  1. Que buen rollazo tiene esta montaña. Me encanta, además, tu descripción, y la manera que has tenido de llevarla a cabo. Demasiado coche, pero es que a veces, no tenemos más remedio.
    Un abrazo, Richi, y me alegro de tu viaje por Pirineos. Nosotros hemos estado este verano allí, y traemos muy buenos recuerdos.
    Gracias por tu trabajo... el blog es una tarea altruista, que lleva muchas horas, pero todavía quedamos viejos lectores. ¡Salud!

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    1. Gracias Fran, a veces lo que uno quiere, tiene sus sacrificios, y Piris es piris. El Blog, es una ,manera de relatar mis montañas y paisajes, y disfruto con ello. Igualmente, por tu trabajo también, a ver si me paso a seguir tus avances, que seguro has realizado muchas cosas interesantes, saludos.

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