Track de la ruta. |
Descripción de la senda. |
Mi siguiente ruta por Torrelodones, comienza en la vertiente
contraria a la ruta de la presa del Gasco, en dirección Noreste.
La ruta de las Jaras y el Lodón, transcurre por pista y
sendero por terreno cómodo y balizado con postes de madera. Te introduce por el
Monte de los Ángeles, de bosque mediterráneo de encinares, jaras, enebros y
torviscos.
Habitad de jabalíes, zorros y muchos reptiles con un
recorrido agradable, donde puede observarse un ejemplar arbóreo conocido como
Mesto (Una mezcla entre Encina y Alcornoque).Dos charcas salen al paso del
caminante, la pequeña también conocida como la charca del Arce, y la Grande formada
por un pequeño muro a modo de represa, hogar de varios ejemplares de anfibios.
Ideal es contemplarlas en primavera y días de lluvia, donde llegan a llenarse.
La senda continúa hacia la zona de escalada, entre bloques y
formaciones graníticas de gran tamaño. Se sigue hacia los alcornocales y enlazar
la Chopera, entre la confluencia de dos arroyuelos, un ejemplo a pequeña escala
de un bosque de ribera.
Comienzo de la ruta. |
Ruta de las Jaras y el Lodón. |
Ruta de las Jaras y el Lodón. |
Ruta de las Jaras y el Lodón. |
Ruta de las Jaras y el Lodón. |
Ruta de las Jaras y el Lodón. |
La ruta es un corto paseo, inferior a 2 km y de la misma destacaría,
la biodiversidad de su flora que representa a modo de escuela las diferencias
que existen entre varios tipos de vegetación y bosque.
La ruta yo lo he ampliado para acercarme a conocer un lugar
olvidado, sacado de una novela de Stephen King, un palacio en lo alto de un
cerro, fantasmal cuentan algunos, misterioso de por sí, si que lo es, el
Palacio del canto del Pico.
Tal curioso nombre viene dado por una formación granítica que
tiene forma de pico, pero la historia de este palacete de por si es enrevesada
y curiosa cuando se profundiza en la misma.
Antes de comenzar, para llegar desde la ruta de las Jaras,
hay que ir por estrecho sendero por la charca superior y más grande o por la
zona de escalada, entre las lajas de granito que te acercan al perímetro amurallado
de la finca.
El acceso a la misma está cerrado, aunque el muro y la
alambrada en alguno de sus tramos están derrumbados. El edificio
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