domingo, 28 de octubre de 2018

- La Laguna de Somolinos y el Alto del Portillo.

Track de la ruta.
Un día largo y muy fructífero, recorriendo lugares de gran interés natural, arqueológico y otros pequeños rincones secretos, entre las provincias de Segovia, Guadalajara y Soria. La ruta del día, es asequible para tod@s, muy bien indicada que, de manera circular, transcurre por la Laguna de Somolinos y el Alto del Portillo, en la Sierra de la Pela. Y justo a la entrada del pueblo, de Somolinos comienza esta nueva historia-aventura. Un cartel, nos descubre la ruta al Monumento natural de la Laguna de Somolinos y la Sierra de la Pela. Esta dividida en tres etapas, con sus colores. La Primera de ellas a escasos 1,5 km lleva a la Laguna de Somolinos, la segunda a poco más de 1 km al Manadero del Rio Bornova y la tercera y ultima etapa, al Alto del Portillo y Somolinos, por la vertiente contraria, cercano a los 8 km. Me ha sorprendido la cantidad, de indicaciones que hay a lo largo de la ruta.Un día sombrío, amenazante de lluvia, pero sin sensación de frialdad, sería la nota del día, exceptuando la Sierra de la Pela, porque allí si que hace un frío que Pela….

La primera etapa, nos acercamos a la laguna de Somolinos, por un amplio camino, que nos retrasaría la marcha, al estar el mismo cargado de ricas nueces, y pequeñas y dulces ciruelas, vamos un manjar a estas horas.Remontamos río arriba (EL Bornova, hacia su Laguna). Una sola palabra espectacular, definiría a esta gran laguna con los colores otoñales de sus arboles de ribera, una laguna de origen cárstico, de aguas limpias.
Primera etapa, la Laguna de Somolinos.
Un buen recorrido Otoñal, cargado de Nogales.
Por camino, hacia la Laguna.
Ruta 1, de la Laguna de Somolinos.
Ruta 1, Laguna de Somolinos.
Un entorno muy hermoso.
Ruta 1, de la Laguna de Somolinos.
Laguna de Somolinos.
Un rico paisaje, lleno de contrastes.
Bordeando la Laguna.
Laguna de Somolinos.
Una pequeña senda, asciende de manera suave y bordeando la laguna, hacia el Manadero del río Bornova. Llegados al mismo, una pequeña área recreativa nos sale al paso, y un panel informativo nos descubre este singular rincón. El agua brota de una pequeña insurgencia, en el interior de la tierra, con un buen caudal en su recorrido enmarcado en la cuenca alta del río Tajo.
Ruta 2, al Manadero del río Bornova.
Pequeñas áreas de descanso, te puedes encontrar por la ruta.
Los Barrancos de Caliza Cárstica, nos salen a la mirada.
Un pequeño tramo por asfalto, para tomar el camino del Manadero.
Ruta 2, al Manadero del río Bornova.
Fuentes y formaciones rocosas, forman parte del paisaje del lugar.
Ruta 2, hacia el Manadero del río Bornova.
Área recreativa del río Bornova.
Manadero del río Bornova.
Proseguimos nuestra ruta, a la parte más salvaje y brusca de la misma. Mientras nos aproximamos, por camino primero hacia el Alto del Portillo, la sierra se abre en barrancos desafiantes, una orografía geológica rica en numerosas formaciones, recreadas por la caliza dolomítica. Pues es aquí, en la Sierra de la Pela donde el Sistema Central y el Ibérico, se dan la mano.

Poco a poco, nos adentramos al interior del Barranco del Águila, por donde nuestra pequeña senda, bien guiada, nos asciende al Alto del Portillo. Sin embargo, a partir de aquí iremos más juntos, pues a pesar de la marcada senda, la niebla cubre el lugar, y se hace más densa por momentos.

Os diría los magnificas vistas, que hay desde su cima, pues va a ser que hoy no, la bruma lo cubre todo y solo se oyen los mastines ladrando al rebaño de ovejas. En lo Alto del Portillo, el viento nos azuza bastante y las manos, ya nos dan un toque de la frialdad del lugar.
Entrada al Barranco del Águila.
Ruta 3, Alto del Portillo.
Hacia el Alto del Portillo.
Cercanías de la cima, en la Sierra de la Pela.
Cima del Alto del Portillo.
Retornando a Somolinos, por la vertiente contraria.
Seguimos por la senda, recorriendo la cuerda de su serranía, para descender hacia la Fuente del Tejo.

Que cambio de contrastes, le decía a mi primo Carlos. La primera parte del ascenso, el terreno más árido y de escasa vegetación por el Barrando del Águila, contrasta totalmente con la vertiente contraria, mientras nos adentramos en el Barranco del Tejo, cargado de abundante vegetación.

Una senda, donde la vegetación lo cubre todo, sorteando el arroyo del barranco en varias ocasiones, un tramo que se nos hizo más largo en el descenso. Llegados a un camino, que desciende a Somolinos, bien indicado, nos acercamos a contemplar una antigua cantera abandonada. De sus paredes se extraía la arena y arcilla, para fabricar un material refractario, pionero en Europa. Usado para forrar muchos de los hornos de fundición, de la época dorada industrial española.
Barranco del Tejo.
Barranco del Tejo.
La Fuente.
Cantera de Somolinos.
Como veis, una ruta interesante, tanto a nivel botánico, geológico y minero. Os invitaría a descubrir el pueblo de Campisábalos, así como el cercano Manadero del Río Pedro y al cercano conjunto romano de Tiermes (Imprescindible), una antigua ciudad romana, en provincia soriana, pasareis un gran día sin duda.

Manadero del río Pedro.


Manadero del río Pedro.

Manadero del río Pedro.
Conjunto romano de Tiermes.
Por la antigua canal romana de Tiermes.

viernes, 19 de octubre de 2018

- Senda de las Pesquerías Reales


Track de la ruta.
Una de esas rutas de ensueño, que transcurre por uno de los grandes bosques mágicos, como el de Valsaín por la ribera de su río Eresma, hacen de esta ruta, un recorrido ideal para darse, nunca mejor dicho, un baño de naturaleza. Bien lo sabían los romanos y la monarquía española a lo largo de los siglos. Sumergiéndonos un poco en la historia, de su entorno natural, el río Eresma (Iri-sama) según los iberos, nace en plena sierra de Guadarrama, donde los arroyos que discurren laderas abajo, desde el Montón de Trigo a Peñalara, van dando forma, al pequeño Eresma, que acabará desembocando en el río Duero, en tierras vallisoletanas.La ruta que os voy a mostrar se la conoce como la senda de las Pesquerías Reales (de los reales sitios), con la variante de empezar en el Embalse del Pontón Alto o desde la Granja de San Ildefonso o realizarla a la inversa desde la Boca del Asno. La ruta se puede alargar aún más desde la Boca del Asno, ascendiendo hasta el Puente de la Cantina.El entorno natural por la cual se desarrolla la misma, abarca en buena parte el Bosque de Valsaín, y comprende 3 áreas recreativas como La Boca del Asno, Los Asientos y el Robledo. Lugar de esparcimiento, donde los fines de semana Segovianos y madrileños, se acercan a disfrutar, del descanso y relax que transmite este lugar. Ideal para perderse por sus caminos y sendas, tanto para senderistas o practicantes de MTB.El monte de Valsaín, se caracteriza por grandes bosques de Pinares Silvestres, en su cota media-alta y mas abajo por Robledales y encinares. El río Eresma, con su vegetación de ribera, de Fresnos, Arces, Álamos, Acebos…entre otros, forman una gran biodiversidad natural, entre la geología granítica y gneis de su suelo.Una variada Fauna, conforma el medio con 210 especies catalogadas. Y mi ruta, da comienzo en un amplio aparcamiento, al lado del Embalse del Pontón Alto en la Carretera CL-601 que une Segovia con Madrid por el Puerto de Navacerrada.Una mañana bien fría, escasos 7º con un día despejado, donde el Sol apenas se hace notar.Junto al aparcamiento donde da comienzo la ruta, se cruza una portilla metálica giratoria, en dirección Sur, junto a un cartel con la información de las rutas y del Parque Nacional del Guadarrama.La senda me lleva a la recula del embalse, para proseguir por la misma, buscando el río Eresma. De vez en cuando, hay algún panel ilustrativo de la ruta, y a pesar de la variedad de caminos que puedan surgir, la misma no tiene perdida alguna, al transcurrir paralela al río.
Comienzo de la ruta.
Senda de las Pesquerías Reales.
Recula del Embalse del Pontón Alto.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Río Eresma.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Hay tramos empedrados, y otros a modo de balcones donde se facilitaba la pesca a los reyes. Remontado el río, hay tramos de puentes de madera entre los robledales, tramos de gran valor paisajístico, entre sus bosques, los pequeños saltos y giros, que el río forma, por el medio natural.

Una ruta tranquila, rozando el mediodía que invita más a relajarse por el entorno y dejarse llevar, una escapada de la rutina y nuestras ocupaciones, que a veces nos cargan de estrés. Una actividad, que ejercita mucho más de lo que uno cree, sin darse cuenta. Un bello paraje, en torno a su río y mi siguiente parada, me acerca al Puente del Anzolero/Anzobero. Dejando el mismo atrás, un pequeño repecho me lleva a una pequeña central hidroeléctrica, la presa del Salto del Olvido, antiguamente tuvo un embarcadero y una zona de baño.La pesca fue antaño, su mayor atractivo y la trucha su mayor reclamo, a lo largo del río se habilito pequeñas presas para su crianza, sus aguas cristalinas son ideales, para la gran variedad de especies acuáticas que lo habitan.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
El Eresma, cargado de vida.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Puente del Anzolero.
Una mirada al río...
Por la senda....
Un entorno natural, muuu guapo....
Senda de las Pesquerías Reales.
Senda de las Pesquerías Reales.
Presa del Salto del Olvido.
Presa del Salto del Olvido.
Presa del Salto del Olvido.
Senda de las Pesquerías Reales.
Llegado a Valsaín, sigo mi caminar hacia el río, el cual se adentra en la Pradera de Navalhorno.

Paralelo al mismo, me voy adentrando en un bosque de ensueño, de gran belleza como el del Valsaín, entre los helechos, los pinares salen verticales y majestuosos, a cuál centinela del tiempo. Un regalo para la vista y los sentidos, una invitación gratuita para oxigenar nuestra alma, que por momentos nos hace olvidar la vida mundana que oxida los engranajes de nuestro cuerpo.

Y una manera ideal de terminar el día con alegría, ¿verdad?

La ruta sigue paralela al río, entre la inmensidad natural que lo rodea, un muro perimetral me sale al paso y cruzando una puertezuela giratoria, se llega a un pequeño acueducto de agua, cuya canal lleva el agua a Valsaín. Un agradable paseo, donde la vida brota a cada paso que das, el otoño da un toque de color, que a modo de artista, nos da una muestra, un cuadro, mejor dicho muchos cuadros, muchas escenas, donde el observador, en este caso Tú descubres alguna que otra pincelada, que te fascina. Esas pequeñas cosas, que hacen de esos momentos, aunque sean muy breves, muy hermosos. Sabíais, que los musgos/líquenes, son de las plantas vivas, más antiguas del planeta…Crecen en múltiples sitios, sobre todo en zonas de más humedad, rocas, muros, arboles, un indicativo de la pureza del aire…
Casa Real del Bosque, entorno de Valsaín.
Hacia el antiguo palacete de Valsaín.
Pradera de Navalhorno.
Pradera de Navalhorno.
Siguiendo el curso del agua...
Acueducto del agua de Valsaín.
Entrando al Bosque de Valsaín.
El río Eresma por Valsaín.
Bosque de Valsaín.
Bosque de Valsaín.
Remontando el río Eresma, hacia los Asientos y la Boca del Asno.
Ruta de las Pesquerías Reales.
Un entorno natural increíble.
Por el Bosque de Valsaín.
Entrando en los Baños de Venus.
Sin darme casi cuenta, llego a unas gargantas graníticas, donde el agua se precipita bruscamente en busca de una salida, con varias pozas, donde unas escaleras me llevan a la parte alta de la misma, Los Baños de Venus, ya en las inmediaciones de la Boca del Asno, aquí terminaría mi ruta. Me quedaría un rato por su entorno, recuerdos de una parte de mi infancia, recorriendo sus senderos, y montando a caballo…La ruta prosigue senda arriba, hacia el Puente de la Cantina, si se desea prolongar la misma.

Desandando lo andado, regreso de nuevo hacia el Embalse, sigo destemplado y me pongo el forro polar para ir entrando en calor.

Ascendiendo hacia el mirador, el tramo de escaleras es evitable por camino.
Baños de Venus.
Boca del Asno.
Una de esas rutas, que hay que conocer en la vida, no importa desde donde la quieras realizar, desde cualquiera de sus áreas recreativas, solo importa que lo conozcáis y descubráis este lugar, cargado de vida por un bosque de ensueño.
Una ruta ideal, por un bosque de ensueño.