domingo, 25 de mayo de 2025

- La Garganta de las Lanchas y el Atalayón.

 


Track de la ruta.

Entorno de Robledo del Mazo.

Etapa del Camino de Guadalupe.


Hola amigos y amigas, nos encontramos en el pueblo toledano, de Robledo del Mazo. Vamos a realizar una ruta circular, que abarca la Garganta de las Lanchas y la Sierra de la Sevilleja, cerca de las tierras extremeñas.

Un pequeño resumen de esta ruta, antes de entrar en faena. Es una ruta circular, dura y técnica, de más de 20 km, de cierto desnivel y por sendas ya olvidadas, que transitan entre el matorral de la montaña, imprescindible el uso del GPS o de la Brújula/Mapa.

Si se quiere disfrutar de una ruta más llevadera, más corta y guiada, os recomendaría la Garganta de las Lanchas, por su ruta oficial PR-TO 34, desde el pueblo de las Hunfrías.

Al líoooo, aparcamos en las cercanías del centro de interpretación del Valle del Gévalo, en Robledo del Mazo. Un centro interesante, para empaparos de las rutas, actividades en torno a las sierras y los valles circundantes. Dejando atrás el centro de interpretación, salimos al pueblo por asfalto y amplio camino, hacia los arroyos de la Cañada y el de la Garganta de las Lanchas, por el entorno de La Raña y de las fincas del pueblo.

Por un lado, se distingue la carretera TO-1089, que enlaza los pueblos de Robledo del Mazo y el de las Hunfrías. Este tramo, nos esperéis gran cosa, hace 3 años, que se declaro un incendio que afecto a más del 70% de la masa forestal y se evacuo el pueblo de Robledo del Mazo.

Nuestra dirección es siempre hacia la reserva natural de la Garganta de las Lanchas, sin embargo, el camino termina y se sigue la ruta por una antigua senda. Si no os queréis complicar, se puede descender por otra variante hacia el pueblo de las Hunfrías, y ascender por el PR hacia la Garganta.

Lo comento, por que la senda, ya en el entorno natural de el Chaparro, se difumina, y hay tramos de trocha y monte a través, por el desuso de la misma, y hay que fijarse bien, en los tramos mas despoblados de vegetación y progresar más fácilmente entre el matorral y las jaras del medio natural. Hay que sortear un arroyo, y descender desde ahí, al arroyo de la Garganta de las Lanchas. El mismo se cruza, por un paso artificial, cuya senda asciende al PR-TO 34, que viene del pueblo de las Hunfrías.

Ya en el camino oficial, sin perdida, comenzamos la ruta de la Garganta de las Lanchas, con balizas y carteles interpretativos del medio natural, de fácil seguimiento y sin perdida alguna.

Centro de Interpretación del Valle del Gévalo.

Saliendo de Robledo del Mazo.

En este desvío, comenzamos por la Izq y regresaremos, por su lado derecho.

Primer tramo, transcurre por camino.

Al fondo asoma el Atalayón y la sierra de la Sevilleja.

Por camino hacia la Garganta de las Lanchas desde Robledo del Mazo.

Por camino hacia la Garganta de las Lanchas desde Robledo del Mazo.

El paraje natural, se va recuperando poco a poco del incendio, que asolo la zona hace 3 años.

Por camino hacia la Garganta de las Lanchas desde Robledo del Mazo.

Dejamos a un lado, el camino ascendente, para seguir por el principal, izq.

Vistas hacia la Garganta de las Lanchas y el Atalayón. 

Por la antigua senda hacia la Garganta de las Lanchas desde Robledo del Mazo.

Por la antigua senda, cuya vegetación cubre el paisaje.

Descenso al arroyo de la Garganta de las Lanchas.

Seguimos paralelos al arroyo, para cruzarlo, por un paso cementado.

Cruzando el arroyo de la Garganta.

Y llegando a la ruta oficial, de la Garganta de las Lanchas, que viene de las Hunfrías.

Se la conoce así por varias razones, primero porque es una garganta de grandes lánchales de cuarcita, lo segundo por que su clima, es un habitad ideal, de gran valor ecológico, destacando el Loro (Y no es un ave). Es un árbol, cuyas hojas son parecidas al laurel, y cuya especie se da en ambientes húmedos, con niebla, más bien del trópico y de las islas. Gracias, al clima, que se da, por su entorno, esta especie ha crecido por la garganta, y no solo eso, se dan numerosas especies de gran valor botánico, entre otras, algunas plantas carnívoras.

De hecho, se lo conoce como el jardín salvaje, a este paraje natural, y razones no le faltan. El camino, es bastante amplio y se avanza sin dificultad, y te entretienes leyendo, sobre la vegetación, geología y fauna del medio natural. Esta ruta nos acercará a 3 Chorreras, de diversa altura y anchura. Una senda escalonada, nos acerca a lo largo de una pasarela de madera, a la primera de las cascadas, en donde hay un cartel, que nos habla de la flora del entorno del arroyo.

Una rica ribera, donde se dan los acebos, el abedul, el tejo, castaños, el mostajo, el loro, algunas rarezas de plantas, como la drosera una planta carnívora. Una cascada refrescante, entre la umbría de su entorno, ahora desandamos la pasarela, para retornar al camino, que prosigue su ruta hacia la segunda chorrera.

Cartel interpretativo de la Garganta de las Lanchas.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


Ascenso a la primera Chorrera.

Entre la riqueza de su ribera.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


Cartel interpretativo  de la flora.

Primera Chorrera.

La vegetación en las laderas, es de clima mediterráneo y donde también conviven especies más características del clima atlántico, destacando las encinas, olivos, quejicos, alcornoques, el brezo, las jaras, el romero, el arraclán, abedules, castaños….

Una serranía agreste, también de gran valor geológico, sobre todo por sus fósiles, también mencionar que, en la época medieval, había numerosos colmenares, donde la miel, fue durante siglos, una de las fuentes tradicionales de la comarca alta de la Jara.

El Pr, asciende hacia la segunda chorrera, que nos enseña un pequeño mirador, que te acerca millones de años atrás, a una sinfonía acuática, del clima que se da por su entorno.

La ruta prosigue, por un estrecho y corto encajonamiento, por la cual atraviesas, para acercarte a la segunda cascada. Tanto la primera como esta, son bastante accesibles y se ven bien desde sus miradores, otra cosa es la tercera y última chorrera de la ruta oficial.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


Ascenso a las chorreras superiores y al Atalayón.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


Otro mirador, desde la cota superior de la primera chorrera.

Vistas de la cascada, desde arriba.

Los secretos que se esconden en las rocas.

Hacia la segunda chorrera.

El paso de la roca.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


El valor del agua.

La Segunda Chorrera.

Vista desde arriba.

Para llegar, se asciende, por su senda guiada, con postes y algunos carteles interpretativos, entre helechos y sus bosques de robles. Atravesamos canchales rocosos, donde la primavera nos muestra la belleza de sus plantas y flores engalanadas, como sus rosales silvestres. Toda la garganta de las lanchas, es un habitad ideal, para algunas especies de lagartos, como es el lagarto verdinegro, también se da, la ranita de san Antonio, la salamandra, el tritón ibérico, la víbora hocicuda.

Llegamos al final de su senda, donde un pequeño descenso nos acerca a la parte alta de la tercera chorrera. Aquí, hay que tener cuidado, esta casi extraplomada y su senda es peligrosa, si te acercas demasiado a la cascada. Aquí termina la senda oficial, y nosotros, desde la baliza del fin de sendero, seguimos por detrás por otra senda ascendente, que es el GR-162, que nos llevará al Collado de las Lanchas y de los Cuchillares. Esta senda, que prosigue por el robledal, con tramos de canchales, nos descubre la cuarta y quinta chorrera, de la garganta de las lanchas.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


Ascenso a la tercera chorrera.

Tramo de la ruta oficial PR-TO 34, Garganta de las Lanchas.


Entre su senda rocosa.

Y su robledal.

Su Geología.

Sus rosas silvestres.

Y su primavera reluciente.

Una parada, hacia la Garganta.

Un ascenso, por terreno mas agreste.

Hacia la baliza del fin de sendero de la ruta PR-TO 34 y su tercera chorrera.

La Tercera Chorrera.

Seguimos por la senda ascendente, con las marcas del GR-162 blancas y rojas.

La Cuarta Chorrera.

Su Cuarta Chorrera.

Se sigue de nuevo ascendiendo por la senda, para bordear un tramo rocoso, donde se oculta una gruta.

Y a su lado, la Quinta Chorrera.

Tramo de ascenso al Collado de las Lanchas y de los Cuchillares.

Tramo de ascenso al Collado de las Lanchas y de los Cuchillares.


Una mirada atrás, de la Garganta de las Lanchas.

El tramo final de ascenso, es un cortafuegos con un desnivel fuerte, hasta llegar al collado y cruce de caminos. Interesante, son las vistas hacia la comarca de la Jara, desde las inmediaciones del collado, son inmensas, allá donde mires.

Un camino, entre los pinares repoblados, asciende hacia la cuerda de la cima del Atalayón. Este camino te deja en sus cercanías, donde hay una pequeña trocha, que nos acerca al vértice geodésico, con una trepada final, sin dificultad.  Se puede observar algunas de las aves de la sierra, destacando especies rapaces, como el águila real, la culebrera, el azor, también algún que otro buitre, como el leonado o el negro.

Una cima, de grandes panorámicas, hacia la Garganta de las Lanchas, el pueblo de las Hunfrías, el valle del Gévalo, los montes de Toledo, la sierra de la Sevilleja.

Después de comer en su cima, descendemos, hacia el collado de cuchillares, para seguir por el camino de la sierra de la Sevilleja y realizar la ruta de manera circular.

Tramo de ascenso al Collado de las Lanchas y de los Cuchillares. Hay algunos hitos también.


Llegando al collado.

Cartel interpretativo en el collado del GR-162.

Vistas desde el collado, a la comarca de la Jara.

Desde el collado, camino ascendente a la cima de el Atalayón.

Tramo de ascenso al Atalayón.

Tramo de ascenso al Atalayón., desvío a la izq, por una trocha a la cima.

Trepada final.

Cima de el Atalayón 1.293 m.

Panorámica desde la cima.

Un camino largo de grandes panorámicas, el cual abandonamos por otro camino hacia el collado de Riofrío y de ahí, a la cima del Risco Llano.

Descendiendo al collado nuevamente, seguimos por el camino en la Serranía de la Sevilleja.

Camino de la Sierra de la Sevilleja.

Camino de la Sierra de la Sevilleja.


Camino de la Sierra de la Sevilleja. Nos desviaremos al derecha, al collado de Riofrío.


Y proseguir al Risco Llano.

Tramo al Risco Llano.

Llegando al Risco.

Desde el Risco, vistas al pueblo de Robledo del Mazo.

A partir de aquí, es necesario saber desenvolverse bien, por este tipo de terrenos, hay una pequeña trocha que se pierde en la frondosidad del matorral y de las jaras. La primera parte se destrepa, un tramo rocoso aéreo, de fácil agarre, pero por el cual hay que tener cuidado, para posteriormente, sumergirte entre los arbustos. Hay que fijarse bien, en la senda, por la cual transita, entre el matorral y las jaras, para llegar a la pista forestal de Los Alcornocales, que viene del pueblo de Robledo del Mazo. Una vez, llegados a la pista forestal, entre sus pinares, el descenso se hace más ameno hasta el pueblo.

Los mamíferos, que conviven por estas sierras, destacaría al ciervo, jabalí, corzo, zorro, la ardilla, etc.

Por el entorno del risco.

Una mirada atrás, del destrepe, entre su risco rocoso y canchales de rocas.

Entre el matorral de monte y jaras.

Por su senda, que a veces se oculta entre el matorral.

Y descender al pinar.

Para llegar a la pista forestal, hacia Robledo del Mazo.

Tramo a Robledo del Mazo.

Llegando al pueblo.

Una ruta larga, entretenida, por tramos más técnicos de senda y pasos rocosos, que nos ha permitido descubrir la garganta de las Lanchas, la Sierra de la Sevilleja, y los valles que hay por el medio natural.

El Siguiente video, muestra la ruta de la Garganta de Las Lanchas y el ascenso a la cima de el Atalayón.

- La Garganta de las Lanchas y el Atalayón.

Hemos dejado atrás, el pueblo de Robledo del Mazo, por la Carretera TO-1089 en dirección al pueblo toledano de Buenasbodas, donde haremos una breve parada, en lo alto del puerto de la carretera, para acercarnos al mirador del Valle del Gévalo.

Un tramo corto, para acercarnos a su mirador.

Dejando a un lado una charca de anfibios.

Por una senda, que se interna por sus pinares.

Y llegar a su mirador.

Y al fondo se observa la cima de el Atalayón.

Una buena ruta, entretenida por estas tierras toledanas.