sábado, 10 de noviembre de 2018

- Cima del Bisaurín


Track de la ruta.
El Bisaurín, una de esas cimas codiciadas del pirineo, en la vertiente occidental de la cordillera pirenaica. Es la primera de las cimas elevadas, en un macizo que divide varias sierras y valles, hacia el Oeste el Valle de Echo/hecho y al Este el de Aragüés.

Una cima con varias rutas para su ascenso, bien desde el refugio de Gabardito, desde Lizara por las Fetas, desde la arista NE, desde Sansanet, desde Oza…Como veis, el inicio puede llevarse a cabo desde varios lugares. A nivel técnico, las rutas no presentan dificultad, de ahí que sea una cumbre bastante codiciada. Pero eso no significa, que sea fácil de alcanzar.

La cima te va a pedir sacrificarte, porque el ascenso va a ser pronunciado, con un desnivel fuerte desde el collado del Foratón a 2.016 m, y te vas a encontrar con una buena rampa hasta su cima con más de 600 m + de desnivel, que te va a hacer sudar lo suyo, y según está el manto nivoso más aún.

La ruta la llevaremos varios amig@s, del club de montaña Todovertical.

Llevaremos la ruta habitual de ascenso desde el refugio de Lizara. Un equipo de 14 integrantes, donde se les va a dar una serie de indicaciones, para acometer la subida. Para algun@s, su primer acercamiento a la alta montaña. Es importante y a su vez cuesta acostumbrarse, a cambiar el chip sobre las capas de ropa a usar. Cada persona es un mundo, y regular el termóstato de nuestro cuerpo, al principio cuesta. Mochila ligera, agua suficiente mínimo 1 litro, ideal para esta cima para mí, entre 1,5 y 2 litros. Nacho cerrará el grupo y yo tirare con los de delante, abriendo la marcha. Llevare la mochila con más peso, como parte de mi entrenamiento personal, con más ropa, crampones y piolet (no serán necesarios).

El tiempo sabemos que estará bien al principio, y según pasen las horas aumentará la nubosidad y la inestabilidad.
Inmediaciones del Refugio de Lizara.
Comenzamos por detrás del refugio, por el GR11.1
Vistas en el ascenso, hacia el Macizo de Bernera.
Nos ponemos en marcha, por el camino de la Fuenfría, marcado con el balizaje del GR-11 hasta el Collado del Foratón. Hace bastante frío al principio, y empezamos tirando bien, por detrás del refugio tomando el GR, con unas buenas rampas al comienzo que nos hace entrar en calor no tardando mucho. El Gr11.1 transcurre paralelo al Barranco de la Cueva, y poco a poco la pendiente se suaviza, hacia el macizo del Bisaurín, cubierto por la nubosidad.

Nuestro rumbo Norte, transcurre ahora por una senda con tramos embarrados y donde la nieve empieza hacer acto de presencia. Antes de llegar al collado del Foratón nos reagrupamos, y nos preparamos con el cortavientos, nos tomamos unas barritas, fruta, etc.

Seguimos la senda del GR, en dirección NW, al cercano collado del Foratón. Llegados al mismo el viento sopla con fuerza, y apenas paramos para comenzar el ascenso final.
Primeras rampas.
Arriba...
Va a ser un día de perros...
Llegando al desvío por sendero.
Ascendiendo por la senda, hacia el collado.
Al fondo, el collado del Foratón.
Hacia el Este, la cima del Bisaurín no se distingue.
Ya pisamos nieve, a casi 1.900 m de altura.
Ascendiendo hacia el Collado.
En el giro NW, hacia el cercano collado, esperando para reagruparnos.
Reagrupación del grupo, antes de llegar al Collado del Foratón.
Collado del Foratón, comienzo del ascenso final a la cima.
Varias personas descienden por la pala, y nos comentan que se han quedado a la mitad, viento fuerte, visibilidad reducida y un caos de rocas, que con la nieve blanda se hace más complicado. A partir de aquí solo 11 miembros/miembras del club, atacaríamos la cima. José y yo, tiramos para arriba los primeros, marcando la ruta. Hay huella, pero a veces la misma se pierde, teniendo que abrir parte de la ruta. La primera parte de la ascensión vamos fuertes, el viento nos azota bien y llegados a la mitad, el tramo se complica.

Estamos en la parte rocosa y con más pendiente, donde se hace más penoso avanzar, de echo hay tramos que resbalan bastante, realizamos una parada más resguardada del viento, para intentar reagruparnos. Y desde ahí, ya tiramos hacia la cima, el viento se disipa por momentos y la nubosidad se abre un breve periodo de tiempo, antes de volver a cubrirnos.
Pa arriba, que no se diga, power a tope aquí....
Vamos esto no es nada, despacio pero sin pausa...
Hacia el circo del Bisaurín.
Tramo más complicado, caos de rocas.
Con el viento, es cierto que se hacía pesada la subidita...
Breve paradita, para reagruparnos. Por encima, poco se ve.
Ultimo esfuerzo, ya esta casi echo.
Llegando a la cima del Bisaurín.
Cima del Bisaurín.
Vistas desde la misma cima, pero nada de nada, una pena.
Esperando a reagruparnos.
Cima del Bisaurín, enhorabuena a tod@s.
Desde la cima, las vistas son escasas, y comenzamos el descenso, al principio rápido y con más cuidado en el caos de rocas. Antes de llegar al collado del Foratón, comenzamos a reagruparnos, y comienza a nevar.
Comenzamos el descenso.
Descendiendo.
Descendiendo.
Esperando al lado del collado del Foratón, para reagruparnos comienza a nevar.
El retorno lineal al refugio, esta más embarrado y llegados al mismo, brindamos por conquistar la cima y que todo haya salido bien.

jueves, 8 de noviembre de 2018

- Valle del Roncal, Cascada de Belabarce y Cueva del Ibón.




Track de la ruta.
Info de la ruta.
Hay muchos lugares en el Pirineo, donde puedes viajar, caminar, y deleitarse con sus paisajes, de buenas historias por cada uno de sus pueblos, hermosas que puedan llegar a emocionar. Conocer Pirineos, cualquiera de sus valles, es “Soñar despierto” y dejarse llevar es lo más natural, porque al fin de cuentas, ¿Por qué resistirnos a ser felices y soñar?...

Qué bonito el otoño, ¿no? Es como una segunda primavera, donde cada una de sus hojas es como una nueva flor. Siempre se dijo que invita a la melancolía, a la tristeza, que te susurra al oído las cosas pérdidas durante el año. Sin embargo, sus días más cortos, nos acercan más los unos a los otros, los paisajes son los más hermosos que puedas contemplar a lo largo del año, donde el cielo azul brilla con más fuerza, el mejor cuadro y libro que puedas pintar y leer, cuando te sumerges en él.

Y voy a empezar a descubrir ese otoño, donde la naturaleza es más sabia y quiere llevarme de la mano, para enseñarme grandes paisajes y pequeños rincones, que aviva mi mente y enternece el corazón. Y que mejor lugar, para comenzar, que aventurarse por el Valle del Roncal, en el pirineo Navarro.

Y aquí me encuentro en Isaba, en el corazón del valle, para comenzar una nueva andadura, bajo un día gris, lluvioso y frío.

No me importa…Ahora solo quiero recorrer, sus extensos caminos y sus grandes sendas por el interior del bosque, un gran regalo para la vista. Isaba, pueblo rural montañés, cargada de historias a lo largo de su existencia, cercano a la frontera con Francia, lugar de paso de comercio y de vida pastoril. Hay varias rutas, por su entorno, entre ellas la conocida “ruta de las Golondrinas” donde las mujeres de los valles del Roncal, Salazar y Ansó, recorrían el trayecto a Zuberoa, al otro lado del pirineo, en la fabricación de Alpargatas. La ruta de los contrabandistas, un trayecto mas duro, para el intercambio de mercancías, huir de las guerras, al país vecino. Unas rutas duras, por las inclemencias del tiempo, que transcurre por paredes vertiginosas. Mi ruta, se adentra en el corazón del Valle del Roncal y de la Belagua, de manera circular. Hay una ruta más corta, en dirección a la cascada de Belabarce o Belabartze, guiada con carteles que transcurre en buena parte, por camino.
Isaba/Izaba
A la salida del pueblo, hay un aparcamiento con varios carteles, sobre el entorno y las rutas. Se desciende primero por asfalto, en busca del río Eska, para proseguir por la ruta R.IS-12 Belabarce. Una senda, paralela al río se introduce por el interior de sus bosques, hacia la Corsera de Larraburua para llegar a la carretera NA-137.Por la misma se prosigue siguiendo las marcas del GR, descubriendo la ruta Pax Avant por una serie de puentes románicos.
Primera parte de la ruta, hacia la Cueva del Ibón.
Ruta de la cueva del Ibón.
Ruta hacia la cueva del Ibón.
La ruta serpentea, hacia el río Eska.
Por la NA-137.
La misma comparte la ruta de los puentes románicos.
Ruta de la Pax Avant.
Entre las grandes paredes del valle.
Ruta del Pax Avant, hacia la cueva del ibón y la cascada de Belabarce.
Río Eska.
Paralelo a la NA-137, se llega a una senda que lleva a la cueva del Ibón.
La ruta toma una senda paralela a la carretera, dejando la fuente de Istupa a un lado, y un pequeño desvío te acerca a la Cueva del Ibón.

Prosiguiendo por la senda, con las marcas del Gr, guiando el trayecto, me acerca hacia la Borda del Tejero, para continuar a la Borda de Francisco Mayo, por el interior de un frondoso bosque otoñal, que te deja boquiabierto, de Hayas, Abetos, Robles…

Grandes prados verdosos me salen al paso, donde quedarse varios minutos a contemplar el paisaje otoñal, del Valle del Roncal.
La senda paralela a la carretera, se adentra por la tupida vegetación. 
Río Eska.
Río Eska.
Ruta a la cueva del Ibón por la ruta del Pax Avant.
Río Eska.
Desvío de la ruta principal.
Cueva del Ibón.
Retorno a la ruta principal, hacia la cascada de Belabarce.
Una senda, cargada de vegetación y arboleda, espectacular en recorrer.
Ruta a la cascada.
Un paisaje increíble.
De grandes bosques.
Sin palabras...
Que bosques...
Prados superiores.
Las montañas nevadas, surgen a mi mirada.
Muy guapooo el sitio.
Desciendo hacia el camino, que asciende hacia Belabarce, para seguir por la senda del barranco de Belabarce, conocido como Ateak de Belabartze.

La senda desciende, por el interior del bosque, hacia el río Belabarce. Sus aguas limpias, de color turquesa, bajo el manto otoñal, es un paraje natural agradable para los sentidos, para descubrir una hermosa cascada. Como si manara de la roca, se precipita a un pequeño lago turquesa, en un pequeño rincón escondido del bosque.
Ruta a la cascada.
Ruta a la cascada.
Ruta a la cascada.
Río Belabarce.
Cascada de Belabarce.
Durante mi andadura, ha habido momentos donde la lluvia caía con fuerza, pero están tupido el medio, que oyes su intensidad caer entre la arboleda, que, a modo de paraguas, te resguárdese de la misma. Sigo descendiendo, por la senda, hacia un cruce de caminos. A partir de aquí una pista de tierra, me lleva directo a Isaba (indicado). Enlazando con el GR-11, conocido como el camino de Belén, que te lleva a la Ermita de Belén, ya en Isaba.
Por camino hacia Isaba.
Retorno a Isaba.
Cruce de caminos, por el GR-11 hacia Isaba.
Retornando a Isaba.
Por el Gr, camino de Belén, llegando a Isaba.
Ermita de Belén.
Una ruta circular, increíble e imprescindible para conocer el Valle del Roncal.